Airbnb manipula un Patrimonio de la Humanidad para un concurso

Airbnb lanza un concurso que permite a dormir en la Gran Muralla, pero desata la polémica entre los internautas de China

Airbnb lanzó un concurso que se convirtió en un búmeran: propone pasar una noche en una de las torres de defensa de la Gran Muralla China. Pero la propuesta chocó con las críticas y resistencias de los usuarios del país en las redes sociales.

No es la primera vez que Airbnb propone un concurso para que sus usuarios puedan dormir en sitios extraños o emblemáticos: lo hizo con el castillo de Bran en Transilvania (que el mito adjudica a Vlad III, que inspiró el personaje de Drácula), o propuso que pasen la noche en una cápsula submarina rodeado de tiburones.

Además de la experiencia, lo que busca la plataforma es una promoción que, por sus dimensiones, adquiere una escala planetaria.

El concurso polémico de Airbnb

Pero en el caso de China no está saliendo como se espera. La propuesta de Airbnb es que ocho personas puedan pasar una noche en un atalaya cerca de la sección de Badaling, no muy lejos de Beijing.

El concurso se limita a los usuarios de los principales mercados de la plataforma: China, Estados Unidos, Gran Bretaña, India, Japón, Corea del Sur, Australia, Alemania, Italia, España y Francia.

Airbnb propone dormir en un atalaya de la Gran Muralla China, pero en un espacio sin ventanas ni techo

Para ello los interesados tienen que enviar un ensayo sobre la importancia de derribar las barreras culturales. Los cuatro ganadores podrán viajar acompañados con los gastos pagos, y recibirán cursos sobre la conservación del patrimonio cultural.

Dormir bajo las estrellas

La iniciativa está auspiciada por el ente de turismo Beijing Badaling, y Airbnb subrayó que “no ha puesto ni un solo clavo” en las paredes de la muralla.

Precisamente, la línea de defensa de 21.000 kilómetros está protegida por diversas leyes, y prohíben cualquier tipo de construcción que no sea para la conservación del monumento.

En este sentido, Airbnb cumple con su palabra: la torre de defensa fue reacondicionada con una cama, un par de mesas de noche, unas luces tenues, pero la estructura no tiene ventanas ni techo. O sea, los ganadores tendrán que dormir literalmente bajo las estrellas. Para la primera semana de septiembre, para cuando se espera a los ganadores, la temperatura nocturna apenas supera los 20 grados en el lugar.

Críticas de los internautas chinos

Los internautas chinos no están demasiado de acuerdo con este concurso de Airbnb: “La Gran Muralla es un patrimonio histórico bajo protección, ¿cómo pueden permitir que se convierta en una casa de huéspedes común?”, expresa un usuario de la red social Weibo (similar a Twitter), citado por South China Morning Post.

«¿Entonces ahora incluso los monumentos antiguos se pueden alquilar a los huéspedes para obtener ganancias?», apuntaba otro, mientras que algunos más dudaban de la legalidad de la oferta.

La fuerte competencia en China

Airbnb busca frenar la polémica recordando que el objetivo de la iniciativa es proteger las reliquias históricas y culturales.

Más de 8,6 millones de turistas usaron los servicios de Airbnb el año pasado, y la compañía cuenta con 150.000 habitaciones en su catálogo. Sin embargo, afronta la dura competencia de plataformas como Tujia y Xiaozhu, que aprovecharon para expandirse a toda velocidad por las relajadas leyes del gobierno sobre alquileres vacacionales.

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