Los pisos turísticos azotan el mercado del alquiler en Galicia

Más de 4.000 inmuebles han pasado a comercializarse como viviendas turísticas, reduciendo la oferta de arrendamiento tradicional

Los destrozos que causó la crisis en el mercado inmobiliario, con centenares de empresas cerrando sus puertas ante la caída de la compraventa de vivienda, tuvo como contrapartida un auge del alquiler. Las inmobiliarias gallegas llevan tiempo reivindicando esta modalidad, toda vez que constituye una alternativa a las dificultades para acceder al crédito bancario o a la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos. La mutación en el mercado que preveían durante la recesión parece constatarse en estos momentos, cuando la vivienda en arrendamiento ha crecido un 20% desde 2016, según los datos que aporta la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein).

La patronal realizó un estudio para sus asociados sobre los precios del alquiler en 65 concellos gallegos en el segundo cuatrimestre del año. El informe detecta importantes disparadidades en el mercado y apunta al impacto en los precios provocado por la proliferación de pisos turísticos. Más de 4.000 viviendas que se comercializaban por el método convencional han abandonado este canal para enfocar su actividad al turista en busca de mayores rentabilidades. En consecuencia, los 6.900 inmuebles que conforman la actual oferta en Galicia es “la cifra más baja conocida”, según señala el informe.

Fegein propone poner en el mercado del alquiler las viviendas vacías que se comercializan solamente para compraventa

El trasvase hacia los pisos turísticos tiene un efecto distorsionador sobre un mercado que se había caracterizado por el equilibrio, con unos precios que se situaban entre los más bajos del Estado. Fegein considera que ahora se ha llegado a un “punto de inflexión” y destaca que en cuatro meses los precios en algunas zonas turísticas se han elevado un 12%, “debido al impacto que ha tenido la regulación de la vivienda vacacional.

El mapa de precios que dibuja Fegein parece responder bien a esta dinámica. Sanxenxo, con 10 euros por metro cuadrado, es el municipio más caro para alquilar, seguido de Nigrán (8,5). Un ejemplo característico es el de la Mariña lucense, con Ribadeo y Viveiro con os precios más altos para la vivienda en arrendamiento de toda la provincia. Mientras en Lugo se comercializan a una media de 4,75 euros, tanto Ribadeo (6,5 euros por metro cuadrado) como Viveiro (6,1 euros) y Foz (5,2 euros) superan esa cifra.

En algunas zonas turístias los precios han crecido un 12% en cuatro meses

En Fegein proponen que las viviendas nuevas y usadas que forman parte solamente del circuito de compraventa, se incorporen al mercado del alquiler para incrementar la oferta y contribuir a enfriar los precios. Es decir, menos viviendas vacías y más en alquiler.

En opinión del presidente de Fegein, Benito Iglesias, “la vivienda vacacional ha afectado este verano a los precios de la vivienda en alquiler”, empujándolos hacia arriba. Quienes más han acusado esta tendencia, además de algunos zonas de costa y del norte de Lugo, han sido Vigo y Santiago, que pueden llegar al segundo semestre del 2018 con una oferta reducida que no cubra la demanda y con unos precios en subidas que difícilmente serán asumibles por los ingresos medios de una unidad familiar normal».

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