Aqua Hotels facturará 7 millones más tras crear una división de hoteles de lujo

Solixent Invest aspirar a alcanzar los 45 millones de euros de negocio en 2016. Este martes ha inaugurado el Ohla Eixample, el segundo cinco estrellas de la marca que agrupará bajo el paraguas de Ohla Boutique Hotels.

Otro cinco estrellas abre las puertas en Barcelona. Este martes, Solixent Invest ha inaugurado el flamante Ohla Eixample, un lujoso establecimiento en la céntrica calle Còrsega. El hotel se une también al pentaestrellado Ohla Barcelona de Via Laietana y confirma la apuesta del grupo, centrada hasta ahora en el sol y playa de Aqua Hotels, por el segmento de clase alta. De hecho, la firma catalana espera facturar siete millones más este 2016 con el nuevo enfoque.

El año pasado las ventas alcanzaron los 38 millones de euros. Para este ejercicio, la cifra será de 45 millones. «Creemos en un crecimiento sostenido, paso a paso», explica el consejero delegado, Benet Ferrer. Confirma que ganan dinero. Un beneficio que desde el sector estiman que oscila entre 2 y 3 millones de euros.

Las ganancias se reparten en tres partidas: Dividendo para los socios, crecimiento interno y crecimiento externo. Gracias a la segunda, Solixent ya baraja reformas que podrían elevarse hasta los cinco millones en alguno de sus hoteles. Con la tercera, se ha permitido un desembolso de 30 millones para colonizar El Eixample.

La creación de Ohla Boutique Hotels

La reciente apertura consolida la presencia de los cinco estrellas en el portfolio del grupo catalán. Formado por ocho socios desde hace 30 años, el consejo ha decidido agrupar ambos Ohla en una nueva marca denominada Ohla Boutique Hotels. Ambos tienen un perfil similar, pero atacan a un cliente diferente: «En el hotel de Via Laietana prácticamente todos los usuarios son turistas, aquí esperamos captar también al visitante empresarial», compara.

Si bien no hay ningún proyecto todavía sólido, la compañía ya ha fijado el punto de mira en un nuevo destino: Madrid. Incluso se atreven a ponerle un nombre. «Â¿Por qué no pensar que en pocos años podamos abrir el Ohla Madroño?», comentan entre risas. Lo harán, como hasta ahora, con recursos propios como motor. «Tenemos un grado de apalancamiento confortable», presumen. Todas las inauguraciones se han hecho con, mínimo, un 50% del capital del fondo de reservas.

Ohla se convierte en el futuro de la compañía. «Es aquí donde estamos interesados en crecer», ilustran. Sin embargo, ven complicadas las sinergias con Aqua Hotels y descartan, por ejemplo, que alguno de los siete establecimiento de la cartera vacacional dé el salto al segmento del lujo.

El «musical» Ohla Eixample

La firma ha dado a conocer la nueva enseña en la presentación del Ohla Eixample, un alojamiento ubicado entre la «sucia» calle Balmes y las deseadas Rambla Catalunya y Paseo de Gracia. Lo primero que llama la atención es su fachada, que olvida el cristal y el acero tan de moda en estos tiempos. Láminas de cerámica grabadas por un robot al ritmo de la versión de Las cuatro estaciones interpretada por Max Richter copan el exterior. «Cada pieza es distinta, pero todas encajan como si de un rompecabezas se tratase», sorprende el arquitecto barcelonés Daniel Isern.

El hotel dispone de 94 habitaciones de más de 25 metros cuadrados que buscan una sensación de amplitud y confort. Todas están equipadas con wi-fi. Además, cuenta con una espectacular terraza con piscina climatizada en el tejado ideal para el verano.

El apartado gastronómico correrá de la mano del estrellado Fran López, premiado por su restaurante Villa Retiro, en la ciudad tarraconense de Xerta. «La carta ofrecerá productos típicos de las Terres de l’Ebre», revela el chef. Los arroces, las ostras, los mejillones o las angulas serán protagonistas.

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