Casa Gracia: para abuelos gruñones y ‘hipsters’ pijos

Casa Gracia es un 'hostel' de lujo que aporta un 'plus' innegable a Barcelona. Se ubica en un barrio con identidad propia, brinda un diseño sofisticado y cercano a la vez, y dispone de grandes espacios comunes para que los huéspedes socialicen con los vecinos. Y, todo ello, a unos precios más que razonables.

El ceo de este singular alojamiento, Xavier Arias, destaca que Casa Gracia «quiere ser barrio, formando parte de las asociaciones locales e interactuando con los viajeros. Para ofrecer una experiencia completa, tenemos una programación artística diaria, enfocada no sólo a los huéspedes, sino también a los habitantes del barrio».

Ambiente hogareño y artístico

Hasta su presentación en la página web quiere reflejar algo de todo esto: «Â¡Hola amigo! Nuestra casa está en Gracia, el corazón soleado de Barcelona, el punto de encuentro para abuelos gruñones y hipsters pijos. Tiene tantas salas y espacios que es posible que te pierdas. Hay actividades, happenings, gente de aquí, gente de allá… También llamamos al veggie, al carnívoro, al foodie, al winelover, al gintoniclover, al cocktailover, a todos los que pierden la cabeza por una comida y una copa más que instagrameables«.

Inaugurado en 2010 en un edificio modernista completamente rehabilitado, este proyecto responde al deseo de un grupo de jóvenes, viajeros apasionados, de crear un hostal que respirara arte, sencillez, comodidad y cierto lujo. Así, a sus habitaciones privadas y para grupos, decoradas con mucho estilo, se añaden varios espacios gastroculturales a disposición de los huéspedes y residentes de la zona.

Espacios ‘gastroculturales’

El bar-restaurante La Paisana, por ejemplo, bajo el eslogan ‘Live Locally’ invita a tomar un vermut, tapear o redescubrir los platos de la abuela. ¿Nuestras sugerencias? El hummus de zanahoria con hinojo fresco, cebolla dulce y citronella, el pulpo a la plancha con patata ahumada y mojo rojo, la carrillera de ternera a baja temperatura con rústico de patata y manzana, o el suquet de rape con patata anisada, gamba y tirabeques.

En su planta subterránea se enclava además Bis, una coctelería de autor que aprovecha algunos elementos del banco que fue en su día, como la caja fuerte y las antiguas taquillas (que ahora sirven como guardarropa).

Los otros espacios que también brinda son De Tranquis –un salón relajante para degustar batidos de frutas, tés o cupcakes envueltos en música lenta-, No Mas Té –que se suele utilizar para clases de yoga, presentaciones de libros y exposiciones-, Espai 114 –para reuniones formales o informales-, una pequeña biblioteca, The Principal –para desayunar-, Petit Bis –en la cámara del banco, ahora hace de recoleta bodega- y una espléndida terraza,

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