Casa Mathilda: Un ‘bed & breakfast’ diferente en el Eixample

Un alojamiento de apenas 14 habitaciones que huye del turismo masivo por "el lujo se sentirse como en casa con las condiciones de un hotel". Inaugurado en verano de 2014, ahora alcanza su plenitud mientras rechaza ofertas de inversores.

Tradicionalmente se asocia el bed & breakfast a una opción barata para jóvenes con ganas de pasarlo bien, para veinteañeros que quieren ahorrarse unos euros en sus viajes y que tantos quebraderos producen, por ejemplo, a los vecinos de Ciutat Vella. Pero cada vez son más los establecimientos que siguen este modelo. Uno de los últimos es Casa Mathilda, un pequeño alojamiento de 14 habitaciones en el corazón de Barcelona, apenas a dos calles del Paseo de Gracia.

«Somos diferentes; una mezcla entre un hotel boutique, un cuatro estrellas y un bed & breakfast tradicional», explica Assumpta Baldó, la propietaria del establecimiento. Sin lujos excesivos, como televisiones gigantes o cuarenta camareros por estancia, aboga por el lema «sentirse como en casa con las condiciones de un hotel».

Entre 80 y 170 euros

«Nos dirigimos a un público de una cierta edad, sobre todo con cierto nivel cultural», prosigue. Y pese a su ubicación premium, los precios no son desorbitados. Oscilan entre los 80 euros en temporada baja y los 170 en temporada alta. Inaugurado en verano de 2014, ahora es cuando ha alcanzado su plenitud.

Al no disponer de restaurante, Baldó presume de poder recomendar un local u otro según el tipo de cliente. «A algunos les mando a Gracia, a otros al Paseo de Gracia», comenta. Ha recibido a viajeros de casi todo el mundo, desde Estados Unidos a Australia, «Â¡y también gente de Lleida y Andorra«, puntualiza.

El alojamiento emplea a tres personas más el servicio de limpieza, subcontratado a una empresa externa.

Ofertas de inversores

Casa Mathilda llegó a tiempo. Abrió hace casi un año y medio y no se vio afectado por la moratoria de licencias turísticas. Otros no tuvieron la misma suerte y han llamado a la puerta para adquirir el negocio. «Ha habido tentativas de varios particulares, de gente que se había visto atrapada por la suspensión y veía en nosotros una opción para llevar adelante su proyecto», explica. A todas las propuestas respondió con una negativa.

«Los niños nacen pequeños y con el tiempo van creciendo». Es la frase con la que Baldó explica el futuro del establecimiento. Todavía es pronto para hablar de expansión, pero no es descabellado que en los próximos años los 500 metros actuales se expandan por otras ciudades del mapa. «Ahora es el momento de hacer las cosas bien aquí y luego ya veremos que hacemos», matiza.

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