Casas rurales copian a Mario Conde para retener las ayudas de Bruselas

El sector denuncia que empresas o particulares alquilan un hospedaje, y no lo compran, para no devolver la subvención

En la década que va desde el 95 hasta el 2005 Galicia experimentó su particular boom del sector del turismo rural. En parte, esto fue debido a la facilidad para conseguir ayudas europeas ligadas a fondos de desarrollo rural. Sin embargo, estos fondos –que solían ser bastante cuantiosos– traían aparejadas una serie de obligaciones, como por ejemplo, que el establecimiento de turismo rural debería dedicarse a ese fin durante un número determinados de años. Según el origen de las ayudas, este período podía ir desde los cinco hasta los 17 años.

Uso particular

Sin embargo, desde el sector se denuncia que algunos propietarios de establecimientor rurales han buscado resquicios legales o bien simples triquiñuelas para poder abandonar el negocio del turismo en el campo –hoy de capa caída en cuanto a cifras– y poder dedicar su establecimiento a otros fines.

Aunque en el sector se muestran reservados a la hora de atreverse a dar nombres, propietarios de casas rurales explican que “todo el mundo sabe de determinadas casas que, aún estando anunciadas en las web de casas rurales e inscritas en el registro autonómico, no ofrecen habitaciones, sino que son viviendas habitadas por particulares”.

Alquiler todos los días del año

También existen otras prácticas. Si el propietario de una casa rural desea vender su establecimiento pero este aún no ha pasado el período de tiempo obligatorio que va a aparejado con la concesión de la ayuda que recibió, el comprador en cuestión tiene una puerta de atrás. Esta pasa por alquilar el inmueble completo, como si se tratase de una especie de inquilino perpetuo de la casa de turismo rural.

En el sector se rumorea que esto es lo que habría hecho el exbanquero y candidato a la Presidencia de la Xunta de Galicia por SCD, Mario Conde, quien reside en una impresionante casa rural en el ayuntamiento ourensano de A Mezquita, alquilada al suegro del presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar. La casa en cuestión, se publicita en la web de Turgalicia, de la Xunta. Sin embargo, desde la propia casa de turismo rural indican que es “muy dificil” poder conseguir una habitación ya que “habitualmente solo la usa una empresa» propiedad de Conde.

Casos recientes

“No entendemos como este caso, que ha salido en los medios, no ha sido investigado por Trabajo y por Turismo, que se vaya allí y se pidan las facturas conforme esa casa está alquilada todos los días del año, o no”, comentan propietarios de otras casas rurales a Economía Digital. Estos, indican además que, en los últimos tiempos en el sector se están multiplicando los alquileres de casas con problemas de liquidez por parte de otras más solventes.

“El problema está en si esas casas rurales que están siendo alquiladas por otras más potentes tiene todavía en vigor el período que exigen los fondos europeos”, comentan, a la vez que ponen de ejemplo dos establecimientos en la zona de Ribeira y de Serra de Outes que acaban de ser adquiridas por otras empresas del sector.

No obstante, en estos dos casos, las empresas aseguran que los establecimientos que han alquilado no estaban sujetos a ayudas de la UE.

Ayudas canceladas

Aunque este problema saltó a los medios a raíz de la polémica sobre Mario Conde, desde hace años la Administración gallega era consciente de estas prácticas irregulares. Eso llevó a que en 2005, con el bipartito, se cancelasen las ayudas para montar un establecimiento rural. Actualmente, solo las llamadas ‘aldeas rurales’ cuentan con fondos autonómicos.

“En aquella época pusimos en marcha una serie de inspecciones aleatorias para descubrir argucias de este tipo y detectamos bastantes casos”, recuerda Edelmiro López, quien fue director general de Desarrollo Rural con el anterior gobierno de la Xunta.

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