Caso de éxito: el D.O. Barcelona exprime el lujo hotelero

El establecimiento abandera el segmento del hotel boutique en la capital catalana. Registra una ocupación del 75% a lo largo del año y un precio medio de 315 euros.

La familia Majó Grau se metió de lleno en el mundo de la hostelería en 2012. Sin experiencia previa, abrió el hotel DO en la plaza Real de Barcelona, un enclave céntrico, de sólo 18 habitaciones. Tres años más tarde, el establecimiento es un referente dentro del segmento hotel boutique en la capital catalana. El negocio logrará el break-even este mismo curso.
      

 
Barcelona tiene una gran escaparate de hoteles boutique con el DO, el Mercer o el Neri

 
Cristina Majó, hija del propietario del establecimiento, es quien lleva las riendas del negocio. La empresaria está satisfecha de la evolución del negocio aunque reconoce que los años de crisis también afecta al lujo. “El cliente gasta dinero pero se lo mira todo dos veces. Nuestra baza es que ofrecemos una experiencia diferente”, asegura.

Este trato diferencial se basa en pequeños detalles, como ofrecer la prensa o productos de primera calidad en los ágapes. Todo productos de primera calidad, explican. Algunos incluso provenientes de la granja que la familia adquirió al mismo tiempo que el hotel. La granja Reixagó, en Olost del Lluçanès, elabora quesos y otros productos lácteos, que pueden ser adquiridos también en establecimientos de delicatessen.

El DO tiene 18 habitaciones. Un número de habitaciones muy reducido si se tiene en cuenta el número de personal: 60 empleados. “No competimos en ofrecer el máximo lujo de una gran cadena. Preferimos dar un trato personalizado y cercano al cliente que enriquezca su estancia”, dice. El modelo parece que funciona. El hotel registra una ocupación del 75% a lo largo del año y un precio medio de 315 euros.

Otra fuente de ingresos son los tres restaurantes del hotel. Representan la mitad de la facturación del establecimiento. Éste es uno de los puntos clave del negocio para los próximos años. “Hacemos un esfuerzo para que los ciudadanos de la ciudad los conozcan. Poco a poco ganamos nuestro espacio”, cuenta. Se trata de un trabajo arduo, ya que con la crisis el mercado nacional se lo piensa dos veces antes de consumir.

“Este tipo de hoteles son los que hace subir el precio medio de las habitaciones en Barcelona”, explica Majó. Establecimientos como el Neri o el Mercer son algunos de los representantes de este segmento, caracterizado por aprovechar fincas históricas y mantener parte de su encanto intacto.

La familia Majó Grau se encuentra en un momento clave para el futuro del hotel. Mantienen una negociación con la banca para refinanciar la deuda y establecer un nuevo plan de desapalancamiento. La puesta en marcha requirió financiación aunque la mayor parte de la inversión la absorbió la propiedad.

a.
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