CitizenM: el nuevo concepto de hotel ‘bueno, bonito y barato’

Ofrece un 'check-in' y 'check-out' inmediatos, llave en una tarjeta RFID, tableta en la mesilla para controlar la habitación y precios más que ajustados

En 2008 se inauguró el primer hotel CitizenM en Amsterdam. Su fundador, Rattan Chadha, estaba harto de oír los comentarios negativos de los colaboradores de su marca de moda, Mexx, cuando visitaban la ciudad. Así que decidió crear un nuevo concepto de hotel de gama media-alta, muy moderno, y capaz de complacer a los viajeros tecnológicos.

‘Check-in’ y ‘check-out’ en autoservicio

Cuando se visita un CitizenM enseguida se descubre la importancia que se otorga a la simplicidad, rapidez y eficacia. Aquí el lujo no significa que haya que cenar con corbata, sino que se han digitalizado la mayoría de los servicios para mejorar la experiencia del cliente. Por ejemplo, tanto el check-in como el check-out se hacen automáticamente, con ordenadores situados a la entrada del hotel (y la ayuda de personal sólo cuando es necesario).

De esta manera, no hay colas en recepción, ni minutos de espera mientras el recepcionista fotocopia el pasaporte, ni hay que dar propina a ningún porteador de maletas. Simplemente hay que situarse frente a la pantalla y teclear nuestro nombre, e-mail o número de confirmación. Aparecen entonces la reserva para confirmar los datos y el precio, momento en el que podemos añadir el desayuno o un check-out más tardío si deseamos.

Habitaciones ‘enchufadas’

Luego simplemente hay que coger una de las tarjetas RFID que se encuentran al lado del ordenador y colocarla sobre un dispositivo para que haga de llave. Sale entonces un ticket impreso que indica el número de habitación y las instrucciones para el wifi. Esta llave tiene otra particularidad interesante: se puede utilizar para pagar en el hotel y los gastos se añaden a la factura total para su abono.

Las habitaciones siguen la misma pauta. Primero nos encontramos con una tableta en la mesilla que permite controlar varias funciones, como la climatización, la iluminación (con diferentes colores), el ambiente sonoro (business, relax, party, romance…), las cortinas y visillos, y la televisión. Además, con nuestra Apple ID podemos acceder a nuestra cuenta iTunes o Apple TV en el televisor, o enviar contenidos desde nuestro propio smartphone. Y hay más: Netflix, Hulu y HBO ofrecen hasta dos películas recientes gratis al día.

Hasta impresoras gratuitas

Otra curiosidad: sólo existe un tipo de habitación, la doble, de 16 metros cuadrados, con una fantástica cama y una excelente ducha, repleta de enchufes, puertos usb y adaptadores de corriente para cargar los aparatos. El teléfono es además en VoIP, con las mismas tarifas que Skype, y el wifi, gratuito e ilimitado por todo el hotel.

Las partes comunes del hotel comparten la misma filosofía. El lobby esconde sus artilugios electrónicos detrás de las butacas, chimeneas y grandes mesas de trabajo, muy cerca de la sala de ordenadores, que cuenta hasta con impresoras gratuitas.

Cuando llega el momento de irse, sólo hay que colocar la llave sobre el dispositivo RFID para obtener la cuenta y abonarla con cualquier tarjeta bancaria, además de Paypal y Apple Pay. Todas estas innovaciones, y las que se avecinan, están permitiendo a la cadena añadir nuevos hoteles a los que ya tienen (Amsterdam, Glasglow, Londres, Nueva York, Paris y Rotterdam). En 2016 se abrirá uno más en Londres y otro en Taipei; en 2017, un segundo en Nueva York; y tres en París durante los próximos dos años.

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