Condenado a 12 años por abuso sexual un anfitrión de Airbnb

La visita a Barcelona de Bebe Rene Crawford y de Rachel Marie Park se convirtió en un infierno. Las dos turistas norteamericanas viajaron hasta la capital catalana en octubre de 2011 para pasar unos días hospedadas en la casa de César Córdoba, un hombre que habían conocido a través de la popular web de alojamiento Aribnb y que les alquilaba una habitación en la calle Montserrat, en el barrio de Raval.

Todo se torció en pocas horas. Tras regresar de una salida nocturna, las dos mujeres se quedaron dormidas en la vivienda del anfitrión. La sentencia, que ha condenado a César a 11 años y nueve meses de prisión, señala que el hombre aprovechó el estado de embriaguez –e incluso de la ingestión de otras sustancias no determinadas- para forzarlas sexualmente.

Las dos turistas acudieron al día siguiente al primer agente de los Mossos d’Esquadra que se cruzaron. Éste les invitó a denunciar pero ellas se negaron porque su vuelo a París salía a las pocas horas. Una vez su gira europea terminó y llegaron a casa, presentaron cargos en las autoridades de su país.

No fue la última vez que oyeron hablar de César. Cuando presentaron su denuncia por violación, también avisaron de lo sucedido a Airbnb. El portal cortó de inmediato con el por aquel entonces presunto violador. El hombre, despojado de una fuente de ingresos, remitió un correo electrónico a una de las víctimas.

El contenido de la misiva era espeluznante. Exigía que retirase su denuncia del portal de internet. No lo hacía en son de paz. Amenazaba a ambas mujeres de tener imágenes y vídeos de la noche que pasaron en la capital catalana.

«Tengo la suerte de que he tomado fotografías y vídeos de la noche y te prometo que si no resuelves mi problema voy a hacer de ti y de Rachel dos chicas muy famosas y recuperar el dinero que me habéis hecho perder. Seguro que a tu chico le interesa ver el vídeo tuyo follando en Barcelona», amenazó.

No fue el único suceso que protagonizó César como anfitrión. En 12 de marzo, acogió a una turista rusa y, mediante la misma estrategia, presuntamente la intentó violar. No obstante, la mujer consiguió llegar hasta la cocina, romper un vaso, y amenazar con el cristal a su atacante. No obstante, la justicia considera que no queda suficientemente probado el intento de violación. Lo mismo que dos intentos más, también sobreseídos, el 12 de marzo de 2010 y en agosto de 2011.