Costa Rica transforma un Boeing 727 en una suite de lujo

El lujo está ligado al confort, pero también a la creatividad y a la originalidad. Es lo que ofrece una de las habitaciones del hotel Costa Verde en Costa Rica, que se ha convertido en emblema del establecimiento.
 

Se ubica en plena selva costarricense, con vistas panorámicas al Pacífico, pero lo más llamativo es que ha sido construida sobre la estructura de un Boeing 727 que perteneció a la aerolínea colombiana Aviaca.
 

Desde la cabina de la aeronave, ahora transformada con toques rústicos para integrarse con el paisaje de uno de los parques nacionales más importantes del país, se contempla el mar.
 

Siguiendo el fuselaje del avión se incorporaron dos dormitorios con aire acondicionado, cocina americana, un comedor, una terraza con vistas al Pacífico, una entrada privada hecha con piedra de río, una escalera de caracol y 360 grados de jardines alrededor. A todo lujo.
 

Las tarifas oficiales son en temporada alta, del 1 de enero al 30 de abril, 500 dólares (373 euros) al día; del 1 de mayo al 31 de agosto, 350 dólares (261 euros); del 1 de septiembre al 15 de noviembre, 250 dólares (186 euros); del 16 de noviembre al 20 de diciembre, 500 dólares (373 euros), y en Navidad, 750 dólares (560 euros), más un 13% de impuestos en todos los casos.
 

Pero, ¿cómo llegó el Boeing 757 a la selva costarricense? La aeronave, construida en 1965, fue rescatada del aeropuerto de San José y transportada en grandes camiones. Se separó en cinco piezas para facilitar el traslado hasta las selvas de Manuel Antoni donde se alza en la actualidad sobre un pedestal de 50 metros de altura.
 

El interior del avión se revistió de madera de teca costaricense, desde la cabina hasta la cola. Los muebles han sido tallados a mano y están hechos de teca de Java, Indonesa.

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