Cuba reclama hoteles de lujo ante la inminente avalancha de turistas

El aumento de turistas está poniendo al límite la capacidad hotelera de la isla. El gobierno cubano es consciente de que necesita más 'cinco estrellas' y las empresas españolas ven una oportunidad sin precedentes para mejorar  su posicionamiento.

El sector turístico continúa expandiéndose a un ritmo récord en Cuba, con un crecimiento previsto para este año del 6%. En 2015, la isla caribeña recibió 3,5 millones de visitantes, una cifra inédita, y estableció una nueva marca en enero con la llegada de 417.000 viajeros, un 12,7% más que hace un año.

Esta afluencia de visitantes ha puesto al límite la capacidad hotelera de la isla, sobre todo teniendo en cuenta la inminente reanudación de vuelos comerciales directos desde Estados Unidos. Y el gobierno se ha puesto a trabajar «para aumentar especialmente los hoteles de lujo en La Habana y Varadero, los dos destinos más buscados en la isla», explica Dalila González, subdirectora de marketing del Ministerio de Turismo.

Aperturas a la vista

En La Habana, por ejemplo, la cadena suiza Kempinsi y la cubana Gaviota están transformado un céntrico edificio en un hotel de cinco estrellas que estará terminado a principios de 2017. Asimismo, la cadena Sofitel acaba de iniciar la construcción de un hotel de lujo frente al paseo marítimo del Malecón.

Por su parte, en Varadero, el famoso hotel Internacional, que desde hace años estaba pendiente de demolición, será sustituido por otro más lujoso y con mayor capacidad. Y en Cayo Guillermo, la cadena asiática GM Muthu Hotels está terminando otro cinco estrellas que se inaugurará a finales de este año. Asimismo, el grupo británico Esencia Hotels & Resorts Group se encuentra construyendo un gran complejo de golf con un hotel boutique en La Carbonera.

Llama también la atención que los dos últimos hoteles de lujo que se han inaugurado en la isla sean españoles: el H10 Ocean Casa del Mare, en Cayo Santa Marta, que aporta 800 habitaciones al borde de una playa de casi un kilómetro de longitud; y el Iberostar Playa Pilar, en Cayo Guillermo, con 482 habitaciones junto a una de las barreras de coral más importantes del mundo.

Una oportunidad para España

Ante este panorama, el sector turístico español ve una oportunidad sin precedentes para mejorar el posicionamiento en la isla. Para el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, «Cuba se va a volver un destino turístico más competitivo. Eso no supondrá ningún peligro para los intereses españoles, que se encuentran allí totalmente asentados. Incluso puede que sirva de acicate para renovar y modernizar algunas instalaciones».

Para el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Rafael Gallego, «serán otros los que tengan que competir con las empresas españolas. La gran ventaja es que llevamos muchos años allí y somos líderes en el mercado».

Y es que España es el tercer socio comercial de Cuba, después de Venezuela y China, y nuestras empresas gestionan más del 90% de las habitaciones de los hoteles de cinco estrellas y el 60% de los de cuatro, según datos de Marca España. En concreto, más de diez cadenas españolas cuentan con intereses en Cuba, con Meliá a la cabeza; de ellas, las mallorquinas suman 50 hoteles (20.000 habitaciones). 

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