El alcalde de Barcelona causa el pánico en Airbnb

Los dueños de pisos turísticos borran un tercio de los anuncios en la Barceloneta tras la ola de inspecciones municipales; Xavier Trias promete que "a quien sorprendamos fuera de la ley se le caerá el pelo".

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), ha comenzado a crear pánico entre los dueños de los pisos turísticos de la Barceloneta. Los propietarios que ofrecían sus viviendas a turistas han comenzado a borrar los anuncios en Airbnb, el primer portal del mundo de alquiler de viviendas.

La oferta ha caído desde las 506 viviendas la semana pasada a las 337 este jueves, lo que supone un tercio menos. La estampida se ha producido justo cuando los inspectores del ayuntamiento han visitado 154 pisos y han levantado 117 actas. La acciones han terminado con la clausura de 24 viviendas ilegales, según ha informado el mismo alcalde.

Mano dura

El gobierno local, que ha prometido mano dura, asegura que las inspecciones no serán cosa de un día, sino que se mantendrán. Pero Trias no quiere dar falsas esperanzas a los vecinos que han tomado las calles de la Barceloneta contra el incivismo vacacional y ha advertido de que la batalla contra los propietarios que alquilan los pisos en Airbnb no será sencilla.

«En vez de hacer contratos de tres días se pueden simular contratos por dos meses, pero el mensaje que queremos dar es que a quien sorprendamos con cosas fuera de la ley se le caerá el pelo», ha declarado Trias.

Nueva regulación

El alcalde asegura que el modelo Airbnb exige una nueva regulación aunque ha mostrado sus preferencias al esquema del alquiler de habitaciones frente al de pisos, porque en el primer caso el propietario de la vivienda «impone normas» y, por lo general, no causa molestias vecinales.

Los anuncios de Airbnb muestran la creciente problemática de los vecinos que se quejan de destrozos en los portales, música hasta altas horas de la noche, juergas y peleas. La mayoría de los pisos en alquiler exigen a los turistas no hacer ruido ni fiestas durante la noche, ser considerados con los vecinos y no dar problemas. Pero las advertencias no siempre surten efecto.

Botellas de vino por todas partes

«Llegó borracho y yo lo llevé al apartamento. Había cosas rotas, botellas de vino por todas partes y estaba muy sucio», explica Ana, la propietaria de un loft a pocos metros de la playa y que oferta cuatro pisos más en Airbnb.

La Generalitat, que ha multado a Airbnb este verano con 30.000 euros por promocionar pisos turísticos que no están legalizados, estudia la posibilidad de impedir el acceso a la web desde Cataluña.

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