El Ámister de Barcelona se reinventa como “art hotel”

El Ámister de Barcelona se ha hecho un hueco entre la hipercompetitiva industria hotelera de Barcelona reinventándose como “art hotel”. Abierto hace una década, el establecimiento asegura que la apuesta por la creación ha disparado la fidelización y la excelencia.

“Algunos se quejan de que en domingo las tiendas están cerradas en Barcelona, luego sus huéspedes se aburren. Nuestros clientes nunca están hastiados: los museos abren el domingo, y algunos son gratuitos”. Esta es la provocativa afirmación de Ildefonso Moyano, director general del hotel Ámister, que ha revolucionado este establecimiento barcelonés.

El Ámister se reinventó en 2013 para postularse como una suerte de mecenas de la industria de creación artística. En su interior cohabitan las composiciones de ocho creadores contemporáneos y la segunda colección de videoarte más importante de España. Consultable desde la pantalla plana en cada habitación, por supuesto. “No somos competencia de galerías ni museos. Somos un hotel y apoyamos esta parte de la ciudad, menos conocida”, añade el director.

En efecto, es el establecimiento oficial de los Premios Gaudí, cuyo organizador, la Acadèmia del Cinema Català, nació aquí. Organiza visitas guiadas por el interior del hotel y participa en el Bartcelona Weekend, además de colaborar con un larga de festivales, del Sónar al Festival catalán de Poesía.

“Hace poco menos de un año que abrazamos el concepto de art hotel. Desde entonces, hemos ganado fidelidad de huéspedes y nuestra reputación en Tripadvisor se ha multiplicado”, prosigue Moyano.

Con todo, ser un hotel para artéfilos acarrea responsabilidades. “Tratamos de cuidar la excelencia al máximo. Agua y cava de cortesía, menú de almohadas con nombre de artista y cosmética Molton Brown. Un esfuerzo por el detalle”, indica el director general.
 

 
La apuesta artística ha disparado la valoración del Ámister en Tripadvisor

 
Abierto diez años atrás, el Ámister era sólo un hotel boutique hasta 2013. La diferenciación artística lo ha mutado, desde la cascada de palabras del atrio (Chema Alvargonzález) a la reinterpretación de Gaudí de Fiona Morrison. “La ocupación va bien”, apuntilla su director general como brochazo final.

“Cada vez hay más hoteles en Barcelona. Competir en precio es entrar en una espiral que conduce a la mala calidad. Por el contrario, existe otra opción: buscar la diferenciación”, concluye Moyano.

a.
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