El dueño de Hesperia estrecha lazos con Maduro tras comprar un diario

José Rodríguez Álvarez, socio de José Antonio Castro, confirma la compra de 'Notitarde'; las deudas del grupo hotelero se alivian con las ingentes ganancias en Venezuela.

Nicolás Maduro ha logrado nuevamente la venta de un medio opositor en Venezuela. Los accionistas de la cadena Hesperia han adquirido el diario Notitarde, uno de los periódicos que atacaban la gestión del gobierno venezolano y que retrataba la crisis económica, que ha ocasionado escasez de productos básicos como leche, aceite, harina, pan, pollo y pescado.

El empresario José Rodríguez Álvarez, socio del dueño de Hesperia, José Antonio Castro, ha confirmado la compra del diario venezolano. En medio de una profunda crisis económica, a los inversores internacionales no deja de sorprenderles el interés inusitado de empresarios extranjeros por medios venezolanos.

La opaca empresa española Epalisticia, con domicilio en el número 18 de la calle Pintor Rosales de Madrid, adquirió el año pasado el diario opositor El Universal, que ahora comulga con los postulados políticos del chavismo. Una empresa con apenas dos empleados y una oficina en la primera planta de un edificio residencial fue capaz de pagar más de 90 millones de euros en julio pasado.

Los periódicos opositores comienzan a caer en manos de empresarios que han torcido la línea editorial para acercarse al gobierno. El último caso ha sido el de Hesperia, una empresa española sin experiencia en el ámbito periodístico que se interesó por adquirir Notitarde.

Papel a cambio de «pluralidad»

Maduro ha garantizado a los empresarios de Hesperia que no les faltará papel, una materia prima que los periódicos opositores tienen enormes dificultades para conseguir. Ante la falta de producción nacional, los diarios deben importar papel, un proceso que está controlado por el Ejecutivo venezolano, el único autorizado para aprobar transacciones en moneda extranjera.

Pero Castro y su socio no tendrán problemas con ese suministro. El gobierno les dará acceso al papel que necesiten a cambio de «garantizar pluralidad» en el tratamiento de las noticias.

Castro y sus socios no sufren la mayor parte de problemas que enfrentan la mayoría de empresarios del país. Hesperia cuenta con un importante hotel y centro de convenciones en Valencia, Venezuela, el World Trade Center, un complejo donde celebran bodas, cumpleaños y grandes festividades los militares y altos funcionarios del gobierno de Maduro.

No hay mes en el que el empresario José Antonio Castro, dueño de Hesperia, constructor y accionista de NH, no viaje a Venezuela a supervisar los prósperos negocios. Las visitas son más usuales de lo común y Castro y su hijo mayor, que lleva su mismo nombre, se desplazan por todo el país, incluidas las ciudades donde no tienen hoteles.

Viento en popa

Castro es cauto y no suele explicar a su grupo de trabajo el motivo de los intensos viajes a Venezuela. Tampoco nunca se le ha escuchado criticar al gobierno venezolano. Todo lo contrario: el empresario no oculta que sus negocios en el país sudamericanos marchan viento en popa, en contraposición con el panorama que afronta en España donde acumula una deuda de más de 480 millones de euros con la banca por la operación de compra de NH que se le ha atragantado.

Pero Castro niega que la inversión del periódico venezolano sea directamente suya. La atribuye a su socio José Rodríguez, el hombre que da la cara. Es la versión que ha explicado a su grupo de trabajo en España y es la versión extendida por toda la cadena hotelera, aunque pocos creen en la versión del directivo.

Casi todos en la empresa están convencidos que detrás de todas las operaciones de Hesperia está la mano de su principal socio: José Antonio Castro, a quien se le ve feliz. No luce preocupado a pesar de su enorme deuda. La felicidad parece llegar de Venezuela. 

a.
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