El sector turístico ya ‘compra’ la moratoria de licencias de Colau

Sectores de la industria turística aceptarían el parón total en la concesión de licencias de alojamiento en Barcelona "si es rápido y sirve para redefinir el modelo". En éstos terminos se expresa la asociación ProHut, que representa a los apartamentos en bloques enteros.

El parón en la concesión de licencias turísticas que prometió Ada Colau en Barcelona ya no causa pavor. Sectores de la industria turística empiezan a aceptar la moratoria temporal como mal menor, siempre que «sea rápida y sirva para redefinir el modelo». Ésta es al menos la opinión de Joan Sureda, presidente de ProHut, asociación de apartamentos turísticos que defiende su integración en bloques.

«Cómo medida estructural me parece mal, claro, pero si es rápida y sirve para saber dónde estamos y qué queremos es distinto», ha señalado el profesional hablando para 02B. El cierre total del grifo en la concesión de permisos turísticos es una promesa electoral de BComú, la plataforma de izquierdas con la que Colau se aupó a la alcaldía.

Colau basó parte de su triunfo en el enfado ciudadano por la saturación turística en ciertos barrios de la ciudad. «Si es cierto que se ha llegado a un punto de conflicto con la ciudadanía», admite Sureda, cuya asociación representa al 25% de las 9.600 licencias de pisos turísticos de la ciudad.

Solución

En este escenario, la solución es clara. «Debemos entender que el turismo incentiva muchos sectores de la economía. Pero también deberíamos saber repartir el volumen importantísimo de riqueza que crea», argumenta el directivo.

Precisamente, ProHut quiere diferenciarse de otras asociaciones para avanzar hacia el modelo de turismo sostenible. Todos sus asociados tienen los pisos turísticos en bloques enteros, y «cumplen escrupulosamente» la legalidad. Así, continúa Sureda, evitan problemas de convivencia con los vecinos, como los ocurridos el pasado verano en el barrio de Barceloneta.

Regularlo todo

En este sentido, ProHut pide que, si la nueva alcaldesa cambia la regulación, sea coherente. «No vale parar determinadas licencias, como las de apartamentos, y dejar que florezca todo lo demás: hostels, hoteles, etc», advierte el profesional.

Desarrollando este argumento, Joan Sureda ve dos pasos ineludibles. «Más inspecciones para cerrar los pisos ilegales, los que no cumplen la ley. Y respecto a Airbnb, que empiecen a pagar impuestos: la tasa turística, el IVA, etc, como ocurre en otras ciudades como Ámsterdam», concluye.

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