El turismo rural gallego busca cambiar la normativa para cerrar 5 meses al año

Los establecimientos necesitan reducir costes tras la baja facturación del verano

Las casas de turismo rural de Galicia han vivido uno de los peores veranos que se recuerda en el sector, con una ocupación media en torno al 35%. A pesar del leve repunte de agosto –45% de ocupación–, las cajas de los establecimientos siguen vacías y los propietarios han anunciado medidas drásticas para reducir costes de cara al próximo año.

La más inmediata, según explica la Federación Galega de Turismo Rural (Fegatur), será solicitar a la Xunta que les permitan cerrar 5 meses al año, en concreto, desde octubre hasta febrero de 2013. “Son meses con una ocupación del 10%, en los que sale más caro abrir que mantener el establecimiento cerrado”, explica Cesáreo González, presidente de Fegatur.

La normativa actual permite cerrar un máximo de dos meses. Más allá de ese período, la Administración está facultada para expedientar al establecimiento y abrir diligencias para clausurar el negocio. Estos cierres parciales, de dos meses, ya se produjeron en de enero y febrero del presente año. Sin embargo, ahora se antojan insuficientes tras la paupérrima facturación del verano. “La clave es reducir costes de energía, calefacción, electricidad y mantenimiento para poder llegar a la temporada alta el próximo año”, concluye González.

Las elecciones paralizan la negociación

El adelanto electoral ha dejado al sector sin interlocutores para la negociación. La secretaria xeral de Turismo durante la última legislatura, Carmen Pardo, cesó de su cargo para integrarse en la lista del PPdeG por Ourense para las próximas elecciones.

Así las cosas, parece que será imposible conseguir un acuerdo para los próximos meses, periodo en el que las casas rurales comenzarán a cerrar sus puertas para reducir costes. “Este año será muy difícil negociar –expone González–, pero lo que me transmiten muchos de los propietarios es que cerrarán en cualquier caso. Esperamos que la Xunta sea comprensiva en el futuro porque estamos hablando de una situación límite”.

Dependencia del turismo estatal

Dos factores han agravado la crisis del turismo rural gallego. Por un lado, los gastos que requiere el mantenimiento de los establecimientos en un sector en el que abundan negocios familiares y pequeños propietarios.

Por otro, la excesiva dependencia del turista estatal, problema que también ha sufrido la hostelería y el sector hotelero. “El viajero español ha sido golpeado decisivamente por la crisis y no hemos sabido corregir el desequilibrio con estrategias de promoción adecuadas para atraer al turista extranjero”, confirma González.

En la misma línea, en la Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia (Cehosga) concuerdan en que “la estrategia para el futuro pasa por atraer al turista extranjero. Tiene más poder adquisitivo, puede filtrar mejor la crisis y viaja en otras épocas del año, lo que nos ayudaría a paliar la estacionalidad de nuestro turismo”, concluyen.

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