High Tech quiere alcanzar los 100 hoteles gracias al modelo Hotusa

La cadena trabaja en ofrecer servicios de comercialización a establecimientos de ciudades secundarias. Pese al ambicioso objetivo, reconoce que la deuda y el fin de algunos contratos de alquiler son dos problemas a los que la compañía debe hacer frente.

Convertirse en la cadena de alojamientos boutique más grande de toda España es el objetivo. High Tech Hoteles supera la fase más dura de la crisis y, desde diciembre de 2015, los accionistas ya exigen «un plan de expansión» a los ejecutivos de la compañía. «Quiero llegar a los 100 establecimientos», reconoce Alfonso Castellano, consejero delegado de la cadena a 02B. 

Con 15 propiedades en cartera, la firma apostará por Petit Palace en detrimento de High Tech. «Seguir con esta insignia nos obligaba a estar siempre a la última en materia tecnológica, algo que no siempre era posible y que generaba demasiadas expectativas en el cliente», admite. La nueva marca quiere ser «un referente de hotel boutique urbano, de menos de 100 habitaciones, en ubicaciones premium».

Falto de inauguraciones desde hace años, «en 2016 lo lógico sería abrir entre 3 y 6 establecimientos». La compañía estudia 55 proyectos entre España, Portugal e Italia y, por cuestiones de tiempo, «los primeros que se anunciarán implicarán el cambio de manos de un hotel en funcionamiento».

Alcanzar los tres dígitos

Castellano ha diseñado un plan para alcanzar los tres dígitos tras mucho tiempo sin cortar la cinta en ningún establecimiento. «Trabajamos en varias líneas de forma paralela», inicia. En primer lugar, en encontrar localizaciones céntricas en las grandes capitales para abrir hoteles de 4 y 5 estrellas. Después, en alojamientos cada vez más difusos, «Los Hostels están en nuestra agenda», señala. Del mismo modo que los apartamentos turísticos, otra de las apuestas de Petit Palace, según explicó en el mes de febrero.

Pero la firma no dispone de suficiente músculo económico para alcanzar las 100 recepciones por si misma. «Por ello, abriremos la posibilidad de franquiciarse», adelanta. No sólo eso, «en ciudades secundarias trataremos de prestar servicios comerciales -ayudar a vender más- a los hoteleros». Imitar a compañías como Hotusa o Sercotel. Eso sí, «ellos llevan muchos años en el sector, tienen una mochila que les impide adaptarse rápidamente», compara. «Nosotros lo haremos de forma distinta; creo que existe un hueco en el mercado», anticipa.

El ejecutivo ya ha iniciado el camino y en mayo anunció un acuerdo con First Hotels, de Oslo, para promocionarse bajo un paraguas conjunto. «Es un ejemplo de lo que queremos hacer», señala.

Pasarse al gran tamaño

Además, la empresa celebra que cada vez sean más las firmas pequeñas que se lancen a construir establecimientos más grandes. «Cuando una cadena pparecida a la nuestra se lanza a competir contra Meliá o Barceló, aplaudo», sonríe. Menos competencia.

Los nubarrones sobre Petit Palace

Pese al plan de expansión, Castellano es consciente de las dificultades que todavía debe afrontar High Tech. En primer lugar, una deuda que asciende a 80 millones de euros. «En el periodo más complicado, llegó a ser de unas 25 o 30 veces el ebitda», lamenta, mientras se fija como objetivo rebajar el ratio a dos o tres veces.

Además, la empresa se prepara para cumplir 15 años, y muchos de los contratos de alquiler se acercan a su fin. «Hemos conseguido renovar muchos, por lo que somos optimistas en este aspecto», señala, sin dejar de reconocer que se trata de una situación «complicada». Mientras, también tiene en cuenta la necesidad de «una gran actualización» de algunos hoteles, que se han quedado vetustos mientras la firma tenía el grifo de inversión cerrado.

La venta 

El plan de ajuste acometido ya ha dado sus frutos y tras abandonar, por ejemplo, el establecimiento de Salamanca -ahora en manos de Sercotel- la cadena ha registrado 1 millón de euros de beneficios en 2015. Lejos de las pérdidas de 42 millones del 2014, defiende el directivo.

La recuperación convierte a High Tech en una pieza apetecible en el mercado. El accionariado ha vivido varios enfrentamientos en los últimos meses y el mayoritario, N 1 -que controla el 52%-, negocia con varios fondos y grupos su salida, aunque «no tiene prisa». «Ahora que ha visto que tenemos algún valor, lo lógico es que si llega una buena oferta se marche», sentencia.

a.
Ahora en portada