Cinco opciones de lujo para una estancia en Estambul

La marca Soho House se ha logrado expandir por las ciudades más de moda en el mundo. Con una exclusiva propuesta como sus clubes de miembros, terrazas de piscinas en la azotea, hoteles elegantes o restaurantes difíciles de reservar, la marca llegó en 2014 a Estambul para quedarse. Un palacio del siglo XIX que una vez fue la embajada y el consulado de los Estados Unidos fue el lugar escogido para que funcionara este club y hotel.  Las áreas comunes tienen un muy marcado estilo veneciano, con una escalera central de mármol de carrara y paredes con frescos. Las habitaciones, pequeñas o grandes, son una mezcla de las culturas del este y el oeste, con sillas tapizadas de terciopelo, pisos de parquet, alfombras kilim turcas y almohadas ikat. 

La sede donde funciona uno de los hoteles más fastuosos de Estambul funcionó hace más de un siglo como prisión. En este lugar se encerraron a artistas famosos y figuras políticas hasta la década de 1960. Hasta 1996 el edificio se encontraba en muy mal estado, cuando se decidió transformar en una estancia de lujo. En la actualidad, en las primeras plantas del Four Seasons en Sultanahmet se combina el diseño moderno con elementos de la época cuando el lugar funcionaba como cárcel, incluidos azulejos originales pintados a mano, pasillos abovedados y pilares de mármol.

A solo cinco minutos a pie de Santa Sofía, la Mezquita Azul, el Palacio de Topkapi y el Gran Bazar, es un lugar ideal para quienes visitan Estambul con el ánimo de conocer la Ciudad Vieja. Una vez empiece la puesta del sol, los visitantes podrán disfrutar de una sugerente vista a los minaretes de las mezquitas cercanas, mientras disfrutan de una copa en el Rooftop Lounge del hotel. 

Este hotel ofrece la experiencia más cercana a la que se disfrutaban los sultanes de la época antigua. El pasado imperial otomano de Turquía se revive en el Çiragan Palace Kempinski Hotel. Un auténtico palacio justo a las orillas del Bósforo en la parte europea de la ciudad. Ubicada entre los barrios de Besiktas y Ortakoy, la opulenta estancia alberga algunos de los principales círculos sociales de la ciudad en cuatro restaurantes que ofrecen menús del este y el oeste cargados de influencias tradicionales otomanas y turcas. Las habitaciones son elegantes, de decoración clásica, balcones privados y vistas al estrecho, pero lo que más llama la atención de los visitantes es sin duda el Spa Sanitas. 

El antiguo barrio de Karaköy, en el puerto de Estambul, ha experimentado un gran cambio en los últimos años. Se trata en la actualidad de una de las zonas más de moda en la ciudad. Edificios de la era otomana ahora están ocupados por boutiques de ropa, galerías de arte y panaderías de moda, es un imán para todos los viajeros. A solo un par de cuadras de donde se encuentra el Bósforo con el Cuerno de Oro, se encuentra el SuB Karaköy que cuenta con 20 habitaciones de lujo. Como reflejo del área alternativa de la ciudad donde funciona el SuB, el hotel luce una decoración fresca, como muros de concreto, vigas a la vista, edredones de pluma de ganso y pinturas de artistas locales en pleno auge.

Para los turistas que están tras el rastro de la Estambul más clásica, el Pera Palace Hotel Jumeirah es el lugar ideal. Inaugurado en 1892, esta es una de las estancias más emblemáticas de la ciudad. Un diseño arquitectónico del local Alexander Vallaury, con una decoración elegante y glamorosa que atrajo huéspedes tan ilustres como  Ernest Hemingway, Greta Garbo y Alfred Hitchcock. Localizado en el distrito de Beyoğlu, en la parte europea de la ciudad, el Pera ofrece a sus huéspedes cortas distancias al el Bósforo, la Torre de Gálata y la calle comercial Istiklal.

El mobiliario antiguo es sin duda el sello distintivo del hotel. Los visitantes quedarán intrigados con la habitación negra, una suite en la cuarta planta donde según los rumores Agatha Christie escribió una de sus óperas primas, Asesinato en el Orient Express.