El Hotel Juan Carlos se libra de las deudas de la era Gaspart

El establecimiento enjuga un déficit de 40 millones que arrastraba desde la época del empresario catalán y abandona la situación de quiebra

La losa del imperio Husa todavía pesa en Barcelona. La cadena hotelera que preside Joan Gaspart, antiguo presidente del FC Barcelona, aún anda renqueante tras el concurso de acreedores sufrido y muchos de sus antiguos –y actuales– establecimientos arrastran deudas contraídas. Era, hasta ahora, el caso del Hotel Rey Juan Carlos I, que ha ampliado capital para abandonar la situación de bancarrota que lucía en los registros.

La compañía se encontraba en quiebra técnica en las últimas cuentas presentadas, a las que ha tenido acceso Cerodosbé. Con un patrimonio neto de 39 millones de euros negativos, la inyección de 41,5 millones permitirá a la sociedad propiedad de la familia real de Arabia Saudí recobrar la normalidad.

Un alto cargo del alojamiento explica a este medio que el renovado músculo servirá para pagar las deudas que el inmueble arrastraba desde que era propiedad de Husa. La principal, un préstamo de 39 millones de euros con el banco alemán Eurohypo AG. Además, también remolcaba una obligación de 3 millones con Caixa Geral.

Además de las deudas financieras, el establecimiento soportaba una deuda de 7 millones de euros con la Agencia Tributaria y el Ayuntamiento de Barcelona. Una cifra que en 2013 llegó a ser de 9,3 millones de euros.

De este modo, la ampliación de capital se convierte en la segunda gran inversión de la familia real saudí en el hotel que gestiona Fairmont. La primera, anunciada en verano, fue de 37 millones de euros destinados a una ambiciosa renovación del establecimiento que va desde las habitaciones hasta las zonas comunes.

Los terrenos del hotel son una concesión municipal que finaliza en 2040

La cadena tiene atada la gestión del inmueble hasta el 2039, según ha podido saber Cerodosbé. Un año después finaliza la concesión municipal de la que disfruta la compañía y el terreno volverá a manos del consistorio. La firma canadiense paga alrededor de 1 millón de euros al año para disfrutar del icónico edificio de la Avenida Diagonal barcelonesa.

Una vez al día de sus pagos y con un saldo financiero teñido ya de color negro, el hotel saldrá de pérdidas en 2016. Pese a resistirse a dar la cifra exacta de las ganancias, la dirección del establecimiento sí es más clara con la facturación: «En 2015 fue de 28 millones de euros, este año ya será de 40 millones y el objetivo para 2019 será duplicarla, como mínimo».

La reforma les permitirá elevar el precio medio de manera notable. Las espectaculares vistas sobre la ciudad de Barcelona tienen ahora un precio medio de 130 por noche. En 2017 será de 183 euros y en 2019 de 270.

a.
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