Iberostar crecerá a doble dígito en 2017

La hotelera pone un ojo en el mercado urbano, con Londres, Berlín, París y Lisboa en el punto de mira

Iberostar vende más que nunca. La hotelera balear ha anunciado un incremento de la facturación del 10% frente al 2015. Hasta 2.025 millones de euros ha movido la hotelera de los Fluxà que, pese a darse por supuesto que registra beneficios, se resiste a definir el volumen de sus ganancias. Sí es más transparente a la hora de hablar del próximo ejercicio, en el que se muestra convencida de volver a crecer a doble dígito.

Así lo expresa Oscar González, director de marketing para Europa, Oriente Medio y África. En una conversación con Cerodosbé, tiene dos grandes argumentos para defender el incremento. “Estamos implementado numerosas mejoras en la experiencia del consumidor”, inicia. Un ejemplo es Iberostar App, una aplicación que permite a los huéspedes chatear con el personal de un establecimiento que ya se aplica en cinco alojamientos de la cadena.

El segundo punto en el que basa el optimismo es la importante renovación de camas acometida en los últimos años. “En 2017, entre el 80% y el 90% de nuestra planta hotelera en España tendrá menos de cuatro años de antigüedad”, señala. Las reformas no se han limitad a una simple capa ce maquillaje, sino que ha implicado la gran mayoría de habitaciones y zonas comunes de los inmuebles.

A lo largo de 2017, la compañía tiene presupuestados 125 millones de euros para que varios hoteles de los archipiélagos españoles, el Caribe y Andalucía pasen por el taller. “Prácticamente será como sacar un hotel nuevo a la calle”, celebra.

Sin embargo, las inauguraciones a lo largo de los próximos 12 meses serán seis: dos en Cuba (Varadero y Cayo Largo) y una en Miami, Cancún, Marrakech y Mallorca. Proyectos cerrados al margen, la sociedad de la familia Fluxá peina con detenimiento plazas como Gran Canaria, un mercado en el que todavía carece de presencia.

Centrada todavía en su negocio tradicional, el sol y playa, Iberostar empieza a tornarse hacia el sector urbano. “Nos interesan capitales como Londres, París, Berlín y Lisboa”, desgrana. Los requisitos para entrar en el radar: ser un destino vacacional consolidado, poseer atractivos culturales reconocidos y tener una presencia notable en el sector de negocios.

Una vez en el destino, el objetivo todavía se focaliza más: “Queremos edificios singulares en ubicaciones muy céntricas”, explica. La empresa se une al listado de pretendientes de los inmuebles más codiciados de las capitales europeas.

Un giro parecido ha dado su vecina Riu (también balear) con sonadas adquisiciones como la gestión del Edificio España en Madrid y el Gresham en Dublín. González traza paralelismos pero también marca las diferencias. “Ellos entran con hoteles gigantescos, de más de 300 habitaciones, nosotros lo hacemos que establecimientos de unas 100 estancias”, compara.

Mientras, la hotelera aspira a que el mercado británico, alemán y centroeuropeo lidere de nuevo la demanda; también el cliente ruso una vez aparcado el conflicto con Ucrania. Precisamente, González confía en el resurgir de Túnez donde Iberostar todavía posee cuatro alojamientos. «El país se recupera, en 2017 esperamos un repunte para que en 2018 los turoperadores ya empiecen a volver», augura.

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