La subasta de los hoteles de Silken golpea su negocio internacional

El juzgado de Vitoria introduce cuatro nuevos hoteles en el concurso de acreedores del Grupo Urvasco, entre ellos el único alojamiento fuera de España

Hasta ahora, los dolores de cabeza de Urvasco eran de ámbito local. El concurso de acreedores de la constructora vasca se ha convertido en una pesadilla ante el aluvión de inmuebles caídos a manos de acreedores, y ahora da el salto a Bélgica; concretamente con el Silken Berlaymont, que el juzgado de Vitoria ha decidido subastar siguiendo las directrices de la administración concursal.

En un auto emitido por el juzgado de lo mercantil número 1 de Vitoria, la juez Maria Teresa Trinidad Campos pone al mercado cuatro nuevos hoteles más del grupo. Un nuevo capítulo a la sangría de establecimientos que ha perdido en los últimos meses, como ha informado Cerodosbé.

Entre el listado destaca el Silken Berlaymont, un cuatro estrellas de más de 200 habitaciones que se erige sobre Bruselas a pocos metros de la sede de la Comisión Europea. El hotel se distingue también por albergar una colección de más de 450 obras de arte de forma permanente en sus estancias y zonas comunes.

Además del alojamiento centroeuropeo, Urvasco también sufre la pérdida de otras tres propiedades: el Juan de Austria en Valladolid, el Luis de León en León y el Al-Andalus en Sevilla. Tres establecimientos de cuatro estrellas que entrarán a subasta de manera individualizada a sugerencia del administrador concursal.

El póker de inmuebles se suma al reguero de bajas que ha sufrido la constructora tras declarar el concurso de acreedores. Un día antes de dictar la venta (el auto tiene fecha del 24 de enero), la magistrada autorizó la colocación de seis hoteles más: el Amara Plaza de San Sebastián, el Indautxu de Bilbao, el Alfonso X de Ciudad Real, el Coliseum y el Río de Santander y el Atlántida de Santa Cruz de Tenerife.

Si bien la mayoría de propiedades se ubican en ciudades secundarias, la crisis de la compañía también ha golpeado su negocio en Madrid. El juzgado ha amputado el Silken Puerta América y el Silken Puerta Madrid del grupo. Antes, la firma ya se había visto obligada a deshacerse del Gran Domine, en Bilbao; el Silken Málaga –en manos de HI Partners–; el Ciudad de Gijón; el Silken Diagonal –de Bank of America—y el Silken Puerta Castilla –propiedad de Hotusa–.

Hasta el momento, Silken, la filial de gestión hotelera de la sociedad, veía los toros desde la barrera. “Hoteles Silken no debe ni un euro, es imposible que desaparezca”, aseguraba Javier Tobar, consejero delegado de la empresa en una entrevista a Cerodosbé. Entre sus certezas estaba el contar con contratos de alquiler de larga duración que le garantizaban la gestión de los inmuebles a pesar del cambio en la propiedad.

Sin embargo, las operaciones han levantado las quejas de los acreedores; especialmente del banco Goldman Sachs. La entidad ha solicitado estudiar con cuidado “las operaciones suscritas entre Hoteles Silken, sus accionistas y administradores, las concursadas y en algunos casos la Administración Concursal”. La crítica obedece a que determinadas ventas no se ajustaron a la Ley Concursal.

“Podemos perder más hoteles”, reconocía por contra el ejecutivo en la misma charla. El ejemplo es el Puerta Castilla, hoy de la marca Exe. Los nuevos propietarios, eso sí, deberían indemnizar por la rotura de convenios entre la matriz y su filial con validez, en algunos casos, de una década.

 

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