Los pueblos españoles se ponen en el escaparate hotelero

Los municipios lamentan que la inversión ignore el turismo rural ante la saturación de las grandes capitales y la costa

El motor del turismo español son las playas y las grandes ciudades. El sol y la arena, Barcelona y Madrid impulsarán al país hacia un récord de visitantes de 2016, con unos 74 millones de viajeros. Sin embargo, el flujo de llegadas se drena por todo el territorio español hasta los pueblos más recónditos de la Península Ibérica.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el turismo rural crece al ritmo del 10% en lo que va de año. “En ocasiones, el incremento es de hasta el 500% en algunos municipios”, ilustra Francisco Mestre, presidente de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España. Casos como el de la localidad andaluza de Osuna, que ha disparado el número de turistas tras albergar el rodaje de la serie Juego de Tronos, son sólo un ejemplo.

Sin embargo, la cifra de visitantes no ha llegado acompañada de una mejora de la oferta hotelera. “El número de turistas no ha venido acompañado de un incremento de las inversores que expandan la capacidad de alojamiento en estos municipios”, lamenta la agrupación.

Durante los últimos dos años, inversores han bregado por asentarse en Barcelona y Madrid con un establecimiento urbano. También son objeto de deseo las zonas más exclusivas de la costa española como Ibiza, la Costa del Sol y las Canarias.

En 2016, el mercado hotelero ya mira a las ciudades secundarias

“A lo largo de este 2016, el mercado ha empezado a reaccionar en ciudades secundarias como Málaga, Bilbao y Valencia, y se espera que la tendencia continúe”, explicaban en verano desde la consultora Christie & Co. El efecto contagio todavía no ha llegado al turismo rural. 

Ante la indiferencia del capital, los pueblos exhiben músculo turístico. Miriam Bergado, teniente de alcalde de Frías (Burgos), presume de recibir más de 70.000 visitantes al año. “Como no somos capaces de acogerlos, los viajeros se ven obligados a reducir su estancia de días a horas si no tienen reservado el alojamiento con semanas de antelación”, lamenta.

El municipio cuenta con apenas cuatro casas rurales y ningún hotel. Pese a la temporalidad de sus llegadas, puramente ligadas al sector vacacional, Bergado insiste: “Ofrecemos una oportunidad de negocio, tenemos un establecimiento por cada 15.000 turistas que llegan a nuestra localidad”.

De este modo, ofertas como la de Paradores Nacionales de Turismo son la gran esperanza del sector. Bajo su programa Naturia, la cadena pública agrupa aquellos alojamientos que permitan descubrir la España rural.

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