Maison de Taittinger, siglos de historia y familia

Caminar por las antiguas canteras de tiza galo-romanas de Maison de Taittinger es la oportunidad para conocer la región donde se produce el champagne más exclusivo

A tan solo 45 minutos de París se encuentra Reims, ciudad que respira medievalismo con más de 2.000 años de historia. Monumentos, palacios, basílicas y una preciosa catedral donde durante años se coronaron los reyes de Francia consagran la mayor ciudad de la antigua región de Champagne-Ardenne. 

Y es aquí en dónde nace una de las grandes etiquetas representativas del champagne: la Maison Champagne Taittinger. Sinónimo de alta calidad y buen gusto, como también de familia, resulta una de las bodegas elaboradoras de champagne más antiguas de esta denominación.

Propiedad de la familia Taittinger desde 1932 –había sido fundada anteriormente por un comerciante en 1734-, sucesivas generaciones continuaron con sus raíces manteniendo las cosechas de bajo rendimiento, los prensados lentos y fermentaciones de variedades por separado para sacar lo mejor de cada uva.

Actualmente, la propia hija de Pierre-Emmanuele Taittinger, Vitalie, protagoniza las principales campañas de publicidad de la marca, y su hijo Clovis participa en la gestión de la empresa, manteniendo así la esencia de la familia en cada botella.

En 34.000 hectáreas que ocupa la región de Champagne se cosecha un 37% de Chardonnay, 48% de Pinot Noir y 15% de Pinot Meunier. El viñedo propio de Taittinger, que representa en total 288 hectáreas, refleja la elegancia y estilo de sus champagnes, en el que el Chardonnay juega el papel estrella por su elegancia y frescura.

El Champagne Taittinger propone compartir su arte, historia y bondades en cada una de las visitas a la propiedad. El alma de la casa, además de priorizar la calidad a la cantidad, se esconde en la icónica mansión de los condes de Champagne, con fascinantes cavas subterráneas construidas en el siglo IV por los monjes benedictinos de la Abadía de Saint Nicasio. Estas antiguas canteras acogen alrededor de 15 millones de botellas de champagne a 18 metros bajo tierra.

En las profundidades de la historia

Champagne Taittinger resulta un lugar muy especial para sumergirse en la historia de Francia y concretamente la historia de la región de la Champagne, que logró  que en 2015 parte de sus paisajes, bodegas, casas y pueblos fueran declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Pues la Abadía San Nicasio, la residencia de los condes de Champagne y el castillo de Marquetterie vieron pasar en unos pocos siglos a los personajes más ilustres de la nación gala. Es en esta escena histórica, donde podremos remontarnos al inicio de las primeras producciones de champagne en el siglo XVIII, recordar su gran expansión comercial gracias a las compras de las casas reales de Inglaterra y Francia, y conocer episodios de la Segunda Guerra Mundial. Todo ello, acompañados de una copa de Comptes de Champagne Blanc de Blancs 2004 o 2005.

Si se quiere conocer las bodegas incluidas en el Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO (Pommery, Ruinart, Veuve-Clicquot, Charles Heidsieck, Taittinger y Martel), pasear por los viñedos de la Champagne a pie, en 4×4 o en coche de caballos y descubrir los mejores lugares en la Avenue du Champagne en Epernay o sobrevolarla en helicóptero, recomendamos una escapada de otoño o primavera para disfrutar al máximo de esta región.

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