Meliá culpa al procés de frenar sus ingresos

La hotelera balear gana el 23,3% más hasta septiembre pero incumple las previsiones de los analistas

La mayor hotelera de España gana el 23,3% más en los primeros nueve meses de 2017 que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, la coyuntura política catalana y los huracanes en el Caribe frenan su crecimiento y lo sitúan incluso por debajo de las previsiones de los analistas, que ya habían revisado a la baja sus estimaciones. El golpe también repercutirá al resultado total del año.

La empresa de la familia Escarrer ingresó 543 millones de euros en el tercer trimestre frente a las expectativas de 549 millones del banco de inversión Renta 4. Además, la cadena también incumplió los augurios de un Ebitda de 110 millones, pues se quedó en 107,5 millones.

La compañía sí mejoró las estimaciones de beneficio neto al situarlo en 53,3 millones frente a los 50 millones esperados. No obstante, implicó un aumento de la deuda, que se situó en 584,1 millones de euros por los 542,4 en los que comenzó el ejercicio. Aun así, se mantiene dentro de las previsiones de la compañía.

La sociedad señala explícitamente las tensiones en Cataluña y los huracanes que golpearon el Caribe en las ventas directas desde la página web a pesar de elevarlas el 17,9%. Así, el hotel Barcelona Sky, junto a la Avenida Diagonal, fue el establecimiento de la red que más cayó a pesar de no ofrecer cifras.

“Todavía es pronto para estimar el impacto real en nuestros alojamientos españoles, pero sí hemos visto una caída de las reservas y un leve aumento de las cancelaciones”, señala la firma en sus cuentas trimestrales. De este modo, la hotelera asume que el golpe de la tensión política afecta a todo el país, a pesar de encontrar el epicentro en Cataluña.

Las grandes beneficiadas, las ciudades secundarias del país. “La desaceleración fue parcialmente compensada por la creciente demanda en otros destinos españoles que captan algunas de las empresas que se marchan de Cataluña”, explica.

Sin embargo, la firma no se plantea paralizar o ralentizar la construcción del ME by Meliá en la ciudad de Sitges (Barcelona), el segundo que abrirá en la Península Ibérica.

El temor en Meliá es que lo peor esté por llegar. La compañía admite que debido a la crisis catalana, los huracanes en el Caribe y la evolución del cambio dólar/euro será “difícil” cumplir con el consenso del mercado para el ejercicio 2017.

a.
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