Nishiyama Onsen: los 1.300 años del hotel más antiguo del mundo

Fundado en Japón el 705 d.C, y dirigido por 52 generaciones de una misma familia, es el hotel más antiguo del planeta

Mientras en el año 705 los árabes estaban finiquitando la civilización de Cartago y nacía Tiberio, único hijo varón y heredero del emperador bizantino Justiniano II, comenzaba al otro lado del mundo su andadura un pequeño negocio familiar situado en Hayakawa, en Japón, que, contra todo pronóstico, lograría resistir hasta convertirse en el más antiguo del mundo.

Ubicado en la prefectura de Yamanashi, en un bello pueblo montañés de 1.200 habitantes, a Nishiyama Onsen Keiunkan se le considera el establecimiento hotelero más antiguo del mundo, y así le fue reconocido en el año 2011, al recibir el premio Record Guinness por su probada longevidad.

El hotel ha sido reconocido con el Guiness World Records como el más antiguo del mundo

Lo más curioso e impactante, sin embargo, es que ha sido regentado durante los últimos 1.300 años por 52 generaciones de una misma familia.

El otoño es una estacioÌn ideal para visitar el hotel.
El otoño es una estacioÌn ideal para visitar el hotel.

[Para leer más: Japón a medida en 100 experiencias inolvidables]

Antigüedad registrada

Concebido en sus inicios como una pequeña posada familiar de fuentes termales, su fundador fue Fujiwara Mahito, hijo de uno de los principales ayudantes del emperador Tenji.

En sus más de 13 siglos de historia ha recibido a todo tipo de huéspedes, incluido Tokugawa Ieyasu, considerado el unificador de Japón

A lo largo de sus más de 13 siglos de historia ha tenido innumerables huéspedes, algunos de ellos particularmente ilustres como políticos, comandantes militares e, incluso emperadores, además de a Tokugawa Ieyasu, fundador de la tercera y última dinastía del shogunato japonés y unificador de Japón, que solía acudir a la llamada de sus aguas termales.  

El balneario se alimenta de aguas termales de flujo libre de agradable agua caliente
El balneario se alimenta de aguas termales de flujo libre de agradable agua caliente.

Además, el papel del hotel-balneario fue muy importante durante las diferentes guerras dinásticas, pues era el lugar al que iban a recuperarse de sus heridas y lesiones los oficiales imperiales y también los famosos y temidos guerreros samuráis.

Un paraje idílico

Desde que se fundó el balneario, a 150 kilómetros de Tokio, su fuente caliente ha fluido libremente sin interrupción y hoy es lugar de encuentro para muchos clientes llegados de todo el mundo que buscan la paz del lugar y las propiedades medicinales de sus aguas, así como disfrutar del sosiego de un lugar ubicado en un bosque idílico entre montañas y de la cercanía del impresionante Monte Fuji, la montaña sagrada de Japón.

Totalmente renovado en la década de los 90, cuenta con 37 habitaciones; las más lujosas disponen de una bañera de hidromasaje privada al aire libre.

El alojamiento cuenta con cuatro pozos que le nutren de las aguas de una fuente termal

Las habitaciones-suite más grandes pueden alojar hasta 7 personas. Todas disponen de las mayores comodidades y tienen admirables vistas al Monte Fuji, al río y a los verdes y frondosos barrancos cincundantes.

El estilo zen se refleja en la decoracioÌn.
El estilo zen japonés se refleja en la decoración.

Muchos huéspedes piden expresamente alojarse en Sukiya-Zukuri, la suite que cuenta con una plataforma de observación de la luna y las estrellas, pues convierte una noche de estancia en toda una apoteosis de observación del Universo.

Sobriedad zen

Las habitaciones están diseñadas con el estilo zen sencillo pero también elegante, característico de la arquitectura japonesa, para la cual el espacio, la armonía y el equilibrio son esenciales.

La mayoría tiene una espaciosa área de tatami de madera noble, con pinturas, caligrafías y muebles tradicionales típicamente japoneses. Además, todos los alojamientos poseen baños y duchas con agua de manantial de flujo libre.

Es importante recalcar que aunque a lo largo de los siglos cada generación ha realizado mejoras en las instalaciones del hotel, el espacio se las ha arreglado para mantener su estilo y ambiente histórico y tradicional.

El hotel tiene baños interiores y exteriores
El hotel tiene baños interiores y exteriores.

[Para leer más: ¿Hoteles o museos? El diseño explota en estos alojamientos de Tokio]

Aguas termales

El balneario, con cuatro baños comunitarios al aire libre y dos interiores, se alimenta de aguas termales de flujo libre de agua caliente que fluye a más de 1.600 litros por minuto a una temperatura media de 52 grados.

Pese a las numerosas generaciones que lo han regentado, el lugar ha sabido mantener su sabor tradicional

Las aguas se originan en el abismo de la tierra, en la Fossa Magna, el sistema de fallas más extenso de Japón.

Hay cuatro fuentes diferentes que surgen directamente de la fuente termal natural, cuya agua es rica en sodio, nitrato del calcio cloruro (propiedades alcalinas bajas).

Recientemente ha comenzado a trabajar en la perforación de un nuevo pozo de más de 800 metros de profundidad que, una vez completado, hará del Nishiyama Onsen Keiunkan el hotel con la mayor cantidad de agua termal producida por minuto de cuantos se conocen en el mundo.

Asimismo, el lugar que ocupan los baños tiene justo al lado una amplia terraza donde los clientes pueden disfrutar de las vistas del impresionante barranco Yukawa y gozar con el placentero momento de tomar un auténtico té japonés y de la antigua ceremonia que conlleva.

Su restaurante utiliza ingredientes de la montaña y los riÌos para ofrecer una sofisticada cocina
Su restaurante utiliza ingredientes de la montaña y los riÌos para ofrecer una sofisticada cocina.

Cocina sofisticada

Los que aman la refinada cocina japonesa están de suerte, pues el restaurante del balneario utiliza los productos e ingredientes de la montaña y de los ríos cercanos para ofrecer una sofisticada culinaria nipona: Nabemono (cocina japonesa en cazuela), carne de vacuno con denominación de origen Kobe, sushi de todo tipo y exquisitos postres, todo servido en vajillas japonesas antiguas pintadas a mano en un delicado comedor con un servicio muy atento.

Contribuye a la sensasión de paz y armonía el hecho de que el hotel no disponga de conexión a internet (y nadie dice echarla de menos)

Para vivir una verdadera y genuina experiencia del antiguo Sol Naciente y mezclarse en una atmósfera que parece suspendida en el tiempo por más de un milenio, el hotel recomienda que se usen ropas tradicionales.

A esta sensación de que la historia y la tradición se apoderan del lugar -y también de uno mismo-, ayuda mucho el que el hotel no tenga conexión a internet, ni televisión ni música. Y la verdad es que ningún cliente dice echarlo de menos.

En los alrededores

Contigua a Nishiyama Onsen Keiunkan se encuentra la ciudad de Hakone, que se alza en la bella región montañosa donde se encuentra el Parque Nacional de Fuji-Hakone-Izu, punto de partida de un gran número de rutas de senderismo que no pierden de vista en ningún momento el monte Fuji y sus cinco lagos.

Los monos del Parque Jigokudani tomando un relajante baño termal. Foto: Jigokudani Yaen-koen.
Los monos del Parque Jigokudani tomando un relajante baño termal. Foto: Jigokudani Yaen-koen.

En la localidad de Togendai se toma el famoso crucero por el lago Ashinoko, que brinda también magníficas vistas al monte más famoso del país.

Una salida para guardar en la memoria es la que nos lleva hasta el Parque de Monos de Jigokudani.

Para dirigirse a este lugar es muy aconsejable agenciarse una Japan Rail Pass y bajarse en la estación de tren de Nagano, desde donde salen varios autobuses diariamente hasta el Parque de Monos.

Es realmente entrañable verlos bañarse relajadamente en las calientes termas naturales rodeadas de nieve mientras se saben observados por los humanos.

 

a.
Ahora en portada