Reabre el hotel Suecia como nunca lo habías visto

El mítico alojamiento madrileño volvió a la actividad la última semana de septiembre tras una ambiciosa remodelación que lo ha convertido en un NH Collection

En sus habitaciones se alojó el Che Guevara durante su visita a Madrid en verano de 1959. Fue la guarida de Ernest Hemingway en la capital y se convirtió en el punto de reunión de la corriente guerrista –seguidores de Alfonso Guerra— del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en los 80 y 90. Tras soportar varios cambios de manos, clausuras y reformas, el histórico Hotel Suecia volvió a abrir sus puertas la última semana de septiembre bajo el nombre de NH Collection Suecia.

De la mano de NH Hotel Group, el establecimiento ha empezado a alojar huéspedes otra vez tras permanecer cerrado al público durante el verano. La cotizada pondrá el color al inmueble que adquirió el fondo Internos Global Investors por 45 millones de euros el pasado mes de enero. Hasta entonces, Meliá comercializaba el edificio a través de la marca Innside by Meliá

En declaraciones a Cerodosbé, el director general de la cadena madrileña, Hugo Rovira, celebra la buena acogida del renovado hotel. «Estamos con una ocupación por encima del 90% ya, con prácticamente todas las habitaciones vendidas para las próximas semanas», presume.

 Los precios para dos personas –con desayuno incluido– en la categoría básica oscilan entre los 300 euros para las reservas a última hora y los 190 para los más previsores

El nuevo Suecia cuenta con 123 habitaciones catalogadas como Superior, Premium y Junior Suite. Los precios para dos personas –con desayuno incluido– en la categoría básica oscilan entre los 300 euros para las reservas a última hora y los 190 para los más previsores. Los más ambiciosos deberán rascarse el bolsillo con los más de 550 euros que puede alcanzar la estancia de más alto nivel con terraza.

Si ahora ha permanecido dos meses con el telón bajado, entre 2006 y 2014 el inmueble se mantuvo paralizado y fuera del mercado. Incluso se especuló con un cambio de uso para convertirse en un bloque de apartamentos de lujo diseñados por el estudio de arquitectura A-Cero. Finalmente, la propiedad cambió de parecer.

Hubiera significado el fin de un hotel que data de 1958. Impulsado por un grupo de inversores suecos, rápidamente albergó la Casa de Suecia en España y fue sede del Consejo de Turismo de Suecia en el país. En sus 58 años ha sido un lugar recurrido por intelectuales y artistas, especialmente en sus primeros años.

«En el centenario de su nacimiento, a Ernest Hemingway, que buscando en Madrid el nutrimiento artístico y cultural quiso residir en este hotel durante los años cincuenta, refugio de su extrema pasión por el Museo del Prado y por la vecindad del Círculo de Bellas Artes. 1999″, reza una placa junto a la puerta

Probablemente, su huésped más reconocido fue Ernest Hemingway. De hecho, una placa recuerda la estancia del escritor estadounidense en el establecimiento. «En el centenario de su nacimiento, a Ernest Hemingway, que buscando en Madrid el nutrimiento artístico y cultural quiso residir en este hotel durante los años cincuenta, refugio de su extrema pasión por el Museo del Prado y por la vecindad del Círculo de Bellas Artes. 1999″, reza el escrito.

La última vez que el periodista durmió en el alojamiento se remonta a 1960, solo un año antes de suicidarse. Inmerso ya en una depresión y con problemas de alcoholismo, se encerró en su habitación, de la que tuvieron arrancarlo para traerlo de vuelta a Estados Unidos

Mucho más breve fue la historia del Che Guevara en el edificio. En 1959, y de camino a El Cairo, realizó una escala de 24 horas en Madrid. Fue el Suecia quien le dio cobijo y desde donde fue a visitar una plaza de toros o se evadió yendo de compras por la Calle Preciados.

Además, la cafetería del hotel fue un lugar de cónclave de los guerristas en la década de los 80 y los 90. Según publicaba en 2007 El Mundo, el presidente sueco Olof Palme, asesinado en 1986, fue quien sirvió de inspiración para «los suecos».

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