La deuda aprieta pero ya no ahoga en NH

Tras la llegada de HNA e Intesa Sanpaolo al grupo hotelero falta por saber qué pasa con la refinanciación de Hesperia, ahora segundo accionista. Los 802 millones de euros que ahora debe son más llevaderos que los casi 1.000 que debía al acabar 2012

Aunque NH ha vuelto a incrementar su deuda financiera durante el primer trimestre de 2014, los 802 millones de euros que ahora debe son mucho más llevaderos que aquellos casi 1.000 que debía al acabar el año 2012. Pero lo ha hecho de manera controlada, en base a las inversiones productivas acometidas (el denominado capex de reposicionamiento) y a la estacionalidad del negocio, que hace que este primer trimestre sea el peor en cuanto a generación de caja. 

Además, tras los últimos acuerdos alcanzados a finales del año pasado, casi 600 millones de esa deuda vencen a partir de 2018, de manera que, por ejemplo, este año la hotelera sólo deberá devolver 72 millones y 51 en 2015. 

 
Tras los últimos acuerdos alcanzados a finales del año pasado, casi 600 millones de deuda vencen a partir de 2018. Ese año sólo deberá devolver 72 millones

Entonces, en 2012, el grupo hotelero –ahora presidido por Rodrigo Echenique y en aquel momento por Mariano Pérez Claver–cerraba un año nefasto y andaba dando tumbos por medio mundo en busca de inversores que aportaran el capital necesario para hacer frente a las obligaciones financieras. Ahora, la estabilidad accionarial está casi garantizada. Faltaría por saber en qué queda la refinanciación de la deuda de Hesperia, accionista principal de NH hasta la llegada del grupo chino HNA.

A los 300 millones invertidos por HNA para hacerse con el control del 24%, se acaba de unir el grupo financiero Intesa Sanpaolo, que pasará a ostentar el 16%. Será la contraprestación que reciba la entidad italiana por vender a la matriz de NH el 44,5% que posee en la filial NH Italia. Una operación valorada en casi 200 millones de euros, los que salen de fijar un precio de 4,7 euros por los 42 millones de nuevas acciones.

Todos estos movimientos corporativos son mirados con lupa por Hesperia, la cadena hotelera controlada por el constructor gallego José Antonio Castro Sousa, que ahora, tras estos cambios accionariales, ha visto diluida su participación en NH del 25% al 20%.
La de Hesperia es una de las grandes incógnitas a despejar para la definitiva estabilidad de NH. No en vano, el Banc Santander –su principal acreedor, con el 85% de los más de 480 millones de deuda– sigue sin decidirse a refinanciar el que sería tercer acuerdo tras los alcanzados en 2009 y 2012, e incluso ha sondeado la venta de esta deuda entre los principales fondos oportunistas. Del precio que pueda obtener dependerá que el banco presidido por Emilio Botín se decante por una opción o por otra.

Mientras se terminan de dilucidar estas cuestiones, el día a día de NH pasa por ir cumpliendo los objetivos marcados en su Plan Estratégico 2014-2018. Nuevas marcas reconocibles por cada tipo de cliente, una inversión de 200 millones para reformas de calado, renegociación de los alquileres y la desinversión de los activos que no encajen con el nuevo proyecto.

Además de la venta de hoteles en propiedad o de la no renovación de contratos de alquiler, Sotogrande, la inmobiliaria de la que NH ostenta el 97% del capital, estaría entre los activos en venta, como ha confirmado esta misma semana la propia compañía en un hecho relevante comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Básicamente a través de Sotogrande, el grupo NH posee unos 1,5 millones de metros cuadrados en el municipio gaditano de San Roque, cuyo valor de mercado, según tasaciones independientes, sería muy superior al valor contable, cifrándose en 180 millones el valor que pudieran tener los 634.000 metros cuadrados de terrenos sobre los que se pueden construir casi 3.000 viviendas, en una zona donde la demanda sigue siendo muy alta, sobre todo por parte de clientes extranjeros.

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