La gestora del hotel Arts se muda a Mallorca

Luxuy ha sido absorbida por otra compañía del mismo consorcio, Marriott Hotels. El resultado final del reajuste es que el Arts pasa a estar regido por una compañía de nombre idéntico al que hasta ahora desempeñaba el cometido, pero sita en Llucmajor.

La gestión del emblemático hotel Arts, ubicado junto al puerto olímpico de Barcelona, ha cambiado de titular. Desde hace tiempo corría a cargo de Luxury Hotels International of Spain, con sede en la Ciudad Condal. Esta sociedad es subsidiaria de la cadena norteamericana Marriot, una de las mayores del mundo.

Mas he aquí que este grupo tiene entre manos una reestructuración de sus filiales españolas, y en virtud de ella, Luxuy ha sido absorbida por otra compañía del mismo consorcio, Marriott Hotels, que radica en el municipio de Llucmajor, de Mallorca. Curiosamente, con motivo de tal trasiego, Marriott, la absorbente, ha adoptado la denominación de la absorbida, Luxury. El resultado final del reajuste es que el Arts pasa a estar regido por una compañía de nombre idéntico al que hasta ahora desempeñaba el cometido, pero sita en Mallorca.
 

 
Marriott, la absorbente, ha adoptado la denominación de la absorbida, Luxury

 
El hotel Arts de Barcelona, de cinco estrellas, es un establecimiento prestigioso que ha merecido numerosos premios y galardones por la calidad de su servicio. El artífice de su positiva trayectoria es Víctor Clavell, máximo responsable del Arts durante varios años. En reconocimiento de su buen hacer, la dirección del grupo lo encumbró a la vicepresidencia de la matriz Ritz Carlton en Europa y en 2010, lo comisionó para desempeñar el mismo puesto en la región Asia-Pacífico.

Se inauguró parcialmente en 1992 con motivo de los Juegos Olímpicos. En los últimos ejercicios ha mantenido una facturación constante de 40 millones de euros anuales y unos resultados positivos de 400.000 euros. La propiedad del inmueble que alberga el hotel ha cambiado de manos varias veces. El último traspaso se produjo en 2006, cuando la burbuja inmobiliaria estaba a punto de llegar a su apogeo. A la sazón, tres fondos de inversión pagaron por el edificio la bagatela de 417 millones de euros.

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