La moratoria de Colau en Barcelona olvida 6.800 pisos de Airbnb

La moratoria de nuevos alojamientos turísticos en Barcelona 'olvidará' 6.800 pisos turísticos que se anuncian en Airbnb. La asociación de propietarios Apartur, que trabaja solo con pisos legales, recuerda que el 'parón' de licencias no permitirá legalizar nada más.

La moratoria de Ada Colau en Barcelona no ‘toca’ a los alojamientos turísticos sin licencia. El cierre del grifo de permisos en la ciudad condal ‘olvida’ a la mayoría de pisos que anuncia Airbnb en la ciudad. Es lo que denuncian desde Apartur, que trabaja solo con apartamentos legales. En este escenario, un investigador catalán asegura que la mayoría de los 6.800 apartamentos de Airbnb en la capital catalana no muestran sus licencias. 

Albert Arias, docente e investigador en la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona concluye que el 60% de los pisos en Airbnb carecen de permiso. La situación es peor en el casco antiguo. «En Ciutat Vella, la oferta legal es de 600 pisos. La ilegal, de 1.900», denuncia a 02B.

Así, el ‘cerrojazo’ en la concesión de licencias –pensado en teoría para dar un respiro a la ciudad y reorientar el turismo—no afectará a la multinacional con sede en San Francisco, admite Xavier Robert, vicepresidente de Apartur. A su vez, Albert Arias aporta un precedente: «A Airbnb no la ha parado la moratoria que ya existe en el casco antiguo. Es evidente que la nueva norma tampoco afectará».

Sin licencia

Con datos de mayo de 2014, el investigador concluye que el grueso de pisos de Airbnb ‘esconden’ su licencia. «Y no es que se olviden. Desde 2014 están obligados a mostrarla cuando en internet», recuerda el geógrafo.

Bajo su punto de vista, el cese de licencias en la capital catalana debería también incluir al portal vacacional. «Airbnb hace de intermediario con lucro privado, pero el uso de los pisos y la repercusión de la llegada de huéspedes són públicas», ilustra.

Una minoría domina

En un duro artículo en el blog La Trama Urbana, Arias defiende que una minoría domina la plataforma. «El 2,5% de huéspedes controlan el 30% de anuncios de Airbnb en Barcelona. Muchos son particulares camuflados como empresas. Y, con la moratoria, podría ser que los pisos que no podrán obtener licencia migren a Airbnb«, avisa.

Además de, supuestamente, beneficiar a unos pocos, desde Apartur, que trabaja estrictamente con pisos legales, argumentan que los miles de pisos ilegales en Barcelona , sean o no de Airbnb, no se podrán legalizar.

Hay otra consecuencia. El investigador Albert Arias apunta a que el ‘efecto Airbnb’ aumenta la presión sobre los precios del alquiler. «En algunos barrios de Barcelona superan a la oferta convencional, ya que el rendimiento que obtienen los propietarios es mayor», concluye.

a.
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