Lo que la arena esconde: los mejores hoteles en el desierto

Auténticos oasis entre dunas, camellos y alfombras persas, en la península arábiga emergen algunos de los resorts más espectaculares del mundo

Puede que hoy asociemos los nombres de Dubái, Ras al-Khaimah y Abu Dhabi a las imágenes de flamantes rascacielos, gigantescos centros comerciales y ultramodernos edificios de acero y cristal que pugnan por el récord más extravagante. Sin embargo, los Emiratos Árabes Unidos son básicamente desiertos y dunas. Si estamos dispuestos a darles una oportunidad, encontraremos una cara más auténtica de la región, que se descubre desde estos espectaculares hoteles.

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Bab Al Shams Desert Resort & Spa

A solo 45 minutos del aeropuerto internacional de Dubái, este resort parece sin embargo totalmente alejado del mundo. Próximo a los lagos de Al Qudra, parte de la reserva desértica de Al Marmoom, regala increíbles puestas de sol entre dunas en uno de los lugares desde donde tendremos más probabilidades de ver animales silvestres como zorros y gacelas y hasta 200 tipos de aves.

Y si el atardecer es hermoso, no lo es menos el amanecer, que se disfruta desde su piscina infinita y entre los muros bajos que recrean la arquitectura típica del desierto.

Piscina infinita... al mar de dunas. Foto Bab Al Shams

Piscina infinita… al mar de dunas. Foto: Bab Al Shams.

Diferentes restaurantes preparan en vivo sus propuestas, como Al Hadheerah, que se convierte en un auténtico espectáculo con dramatizaciones, bailarinas y jinetes de caballos y camellos que recrean cuentos históricos. Incluso la inmensidad del cielo nocturno se ilumina con fuegos artificiales para crear un efecto totalmente mágico.

Ritz-Carlton Ras Al Khaimah, Al Wadi Desert

Justo al norte de Dubái, el Ritz-Carlton de Ras Al Khaimah se alza en una reserva protegida de 500 hectáreas para potenciar al máximo el contacto con la naturaleza y la cultura autóctona en el desierto de Al Wadi.

Para conocerla a fondo cuenta con actividades como paseos a caballo o en camello, clases privadas de tiro con arco y noches interminables de observación de estrellas.

Cada una de las villas, inspiradas en la arquitectura beduina, cuenta con psicina privada al aire libre e impresionantes vistas a las dunas.

Esos atardeceres en el desierto. Foto The Ritz Carlton

Esos atardeceres en el desierto. Foto: The Ritz Carlton.

También el desierto inspira una original oferta en bienestar y una carta de tratamientos con diamante, aceites con especias y la espectacular ‘Rainforest’, una suite hidrotermal de 13 estaciones con diferentes salas y experiencias que van del hammam a la sala de vapor con sal, sauna de hierbas, spa para pies e iglú.

Jumeirah Al Wathba Desert Resort & Spa

Propietario de algunas de las torres más impactantes del mundo convertidas en hotel, Jumeirah gestiona también uno de los resorts más modernos en el desierto de la península arábiga.

Diseñado al estilo de un poblado beduino, cuenta con diferentes edificios que alojan 90 habitaciones y 13 villas privadas en un total de 22.000 m2. Los colores tierra que decoran las estancias se funden con el entorno, mientras que los arabescos, mullidas alfombras y lámparas de latón recrean justo el estilo que esperamos encontrar en un alojamiento así, absolutamente impecable.

No hay que perderse los paseos guiados a caballo por el desierto al amanecer y al atardecer, así como alguna escapada en bicis con neumáticos extragruesos para moverse entre las dunas.

Jumeirah

En medio del desierto pero sin renuniciar al lujo. Foto: Jumeirah Hotels.

Varias piscinas y restaurantes, un pabellón de yoga y un exquisito spa completan la oferta de desconexión del mundanal ruido.

Qasr Al Sarab Desert Resort

No es el único hotel que ofrece Anantara en el desierto -de hecho, cuenta con varias propiedades en la zona, tres en la isla Sir Bani Yas, un área de conservación de vida silvestre, pero el Qasr Al Sarab Desert Resort supone un plus de emoción al incorporar a la oferta de extralujo la posibilidad de disfrutar del glamping.

Así, durante una o varias noches es posible subirse a un camello y llegar a un campamento de estilo beduino escondido entre las dunas del desierto de Liwa.

Allí, además de descansar en cómodas tiendas, se practican el tiro con arco y la cetrería, se cocina la cena a la parrilla sobre la arena y se observan las estrellas lejos de contaminación lumínica.

Qasar Al Sarab Resort. Foto Anantara.

Qasar Al Sarab Resort. Foto: Anantara.

Arabian Nights Village

Exactamente a lo que suena: la aldea de las mil y una noches, la célebre recopilación de cuentos de Oriente Medio. Detrás de una imponente duna nos reciben dos torres que enmarcan un poblado de pequeñas edificaciones rematadas por almenas en tonos que apenas se distinguen del paisaje circundante. Coquetos senderos adornados con fuentes y palmeras ponen la nota de frescor, mientras que los aromas a especias y bakhoor -el incienso local- estimulan los sentidos para disfrutar de una comida basada en gastronomía árabe tradicional.

Entre las actividades, destacan el sandboard para los más atrevidos, así como los paseos en quad, camello y 4.4 por el desierto.

Arabian Nights Village

Foto: Arabian Nights Village.

 

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