Los hoteleros cifran en 260 millones las pérdidas por culpa de la moratoria

La patronal calcula que se han perdido 78 empleos por cada hotel de 100 habitaciones detenido. Actualmente son 39 las licencias suspendidas, por lo que la media eleva hasta 3.000 los puestos de trabajo.

Es la polémica estrella de los primeros meses de gobierno de Ada Colau. La edil de Barcelona decretó la moratoria de licencias turísticas nada más alcanzar la vara, pese a las quejas en voz baja del sector hotelero. Ocho meses después, la alcaldesa se prepara para aprobar el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos y dejar atrás el ‘cerrojazo’ total. Sin embargo, hay consecuencias irreversibles: la ciudad ha perdido 260 millones de euros en inversiones.

El dato lo aporta Joan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos. «Es un 17% menos que en los mismos ocho meses sin el decreto», lamenta. Los datos contrastan con los que revela la consultora inmobiliaria CBRE, que cifró la caída de la inyección en un 7% en 2015. De los 315 millones a los 293. El porcentaje, aunque no la cifra final, cuadra con el que aportó Irea en el mes de octubre: un descenso del 15%. De 220 millones en 2014 a los 183 el año siguiente.

No sólo ha afectado a los ingresos, también a los puestos de trabajo. «Por cada establecimiento de 100 habitaciones se han dejado de generar hasta 78 empleos. La mitad de ellos, directos», ilustra. La cifra casa con la media que calculan los sindicatos. «Los empleos no se crean en el turismo, pero se generan en otros sectores. Al final, cuando pones un hotel en un edificio tienes que eliminar su actividad anterior», contesta el regidor de turismo, Agustí Colom. Actualmente son 39 las licencias suspendidas. 

Inseguridad jurídica

El hotelero añade que actualmente hay 26 litigios en curso contra el consistorio debido a la detención de proyectos. «De inseguridad nada, es un término que no para de repetirse sin sentido», lamenta Colom. «Se hizo una moratoria de acuerdo con la ley y obviamente no se ha hecho con carácter retroactivo», añade para despejar cualquier duda.

Mientras, el socio director de BurgMaster, Joan Bóveda, señala que los alojamientos ‘pasan’ de Barcelona para establecerse en localizaciones como L’Hospitalet o Santa Coloma. «O Madrid, París y Milán«, añade Molas. Hace unas semanas, la directora de la Agència Catalana de Turisme, Marian Muro, advirtió: «No pasa nada si se pierden inversiones, la ciudad no puede absorberlas todas». Mientras, el consistorio aboga por crecer en zonas como Nou Barris, más alejadas de la ciudad.

Sin embargo, Colom no ve un problema en potenciar el área metropolitana. «Es lógico que si hacemos una feria en L’Hospitalet, los congresistas duerman allí. O que tengamos en cuenta regiones como el Maresme, Vic y Berga«, añade.

Las suspensiones no solucionan la masificación turística

La moratoria está bajo la lupa de la Agència Catalana de la Competència debido a que supone una barrera de entrada a nuevos competidores, un freno a la innovación, y puede facilitar los pactos en los precios. Además, tampoco soluciona la masificación turística en ciertas zonas. «Â¿O es que alguien se cree que por estar alojados en Horta los viajeros van a dejar de pasar el día en Las Ramblas?, se preguntan los empresarios.

El político asume la carencia, pero resalta el aspecto positivo: «Garantiza la mixtura de usos en ciertas zonas y frena el proceso de exclusión de los vecinos que ya habíamos detectado en ciertas manzanas de L’Eixample«.

¿Una burbuja?

Tanto el sector privado como el público abogan por evitar una burbuja a toda costa. Lógico. Entre ambos se pasan el balón sobre el responsable de formarla. Desde el consistorio lamentan que un all in por el turismo comporte que se hinchen los precios. «Y ya sabemos cómo acabó la última vez en el ladrillo», recuerdan.

En cambio, Bóveda le da la vuelta: «Limitar la cantidad de alojamientos comporta un crecimiento desmedido del ingreso por habitación y del valor de los activos, lo que puede llevarnos a otra burbuja».
 

a.
Ahora en portada