Los hoteles del sexo, una industria al alza en Japón

Los meublés en el país nipón son un negocio con facturaciones milionarias. Las estadísticas dicen que el 1% de la población ha utilizado alguna vez estos establecimientos

El uso de meublés es una tradición muy entendida entre los japoneses. Se dice que la industria de las casas de sexo genera unos 4 trillones de yenes de facturación al año, lo que significa doblar los ingresos de la industria del anime –dibujos Manga– o cuatro veces los beneficios de Toyota, según informa Prismatic.

Las rentabilidades de las habitaciones son altísimas. Con medias de ocupación del 600% en algunos establecimientos, o lo que vendrían a ser auténticas camas calientes. Las estadísticas dicen que el 1% de la población nipona –1,4 millones de personas– ha utilizado alguna vez estos establecimientos.

¿Se trata de un fenómeno nuevo? No, en absoluto, aunque sí es cierto que en los últimos años ha ganado popularidad. Desde principios del siglo XX hay muestras de este tipo de negocio, pero no es hasta después de la 2a Guerra Mundial cuando empiezan a propagarse por todo el país. En la década de los 80 ya había más de 30.000 de ellos. Dado el vacío legal sobre este tipo de actividad, actualmente es prácticamente imposible conocer el número total.

Aunque inicialmente este tipo de establecimiento se asociaba con el adulterio o la prostitución, en los últimos tiempos se ha reconvertido en cobijo para jóvenes parejas que aún viven con sus padres. Es también habitual encontrar grupos de jóvenes que se reúnen en habitaciones con propósitos poco libidinosos: cantar en el karaoke, ver televisión.

Los clientes pueden elegir entre una estancia corta (2-3 horas) o pasar una noche completa. Las tarifas pueden variar según temporada. Ofrecen siempre discreción, con lobbies privados y con un recepción que agiliza la transacción al máximo. Un usuario jamás se encontrará con otro. Tal vez lo oirá.

a.
Ahora en portada