Más de 25.000 personas protestan contra un resort de lujo en Cancún

La construcción del complejo Malecón Tajamar sega más de 57 hectáreas de manglar con toda su fauna y flora. "Sepultaron a los animales vivos", denuncian los vecinos de la región. Mientras, México se prepara para albergar la Convención sobre la Diversidad Biológica de la ONU.

Un resort hotelero de lujo ha revolucionado México. El complejo turístico Malecón Tajamar ha levantado en armas a más de 25.000 personas y ONG’s tan representativas como Greenpeace. Ha supuesto un golpe al medio ambiente. Su construcción, en las costas de Tajamar, en Cancún, empezó el pasado 16 de enero y ha comportado la destrucción de 57 hectáreas y toda su fauna y flora.

«Rellenaron el manglar y sepultaron a los animales vivos», denuncian los vecinos de la zona en Twitter. «Es un ecocidio», lamentan. Las obras, además, se han realizado con el beneplácito de las autoridades mexicanas. Es más, se realizaron a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. El organismo destaca en un comunicado: «No evidenciamos ejemplares de fauna silvestre». Las fotografías dicen lo contrario.

Todo por las pulseritas

El complejo, pensado para los huéspedes occidentales que llegan a pasar unos días con el ‘todo incluido’. Sin embargo, venía con una condición: Salvar a la fauna de la región. Al no cumplirse, el estado de Quintana Roo ha suspendido, de momento, la construcción. «El mal ya está hecho», se quejan las organizaciones ecologistas.

El manglar se convirtió en trending topic en Twitter durante varios días en México. La reacción de Greenpeace fue interponer una denuncia en el juzgado, que ha conseguido detener el relleno de la zona desforestada. «Implicaría la destrucción del humedal», señalaban desde la asociación a El País.

¿Defensa de la biodiversidad?

El país centroamericano se prepara para albergar, a partir del próximo 4 de diciembre, la COP13. La Convención sobre la Diversidad Biológica de la ONU se realizará precisamente en el estado de Quintana Roo. Por ello, más de 25.000 personas se habían unido el viernes para pedir a Braulio Ferreira da Souza, secretario del evento, que retirara la sede a «un gobierno ecocida». 

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