Meliá cambia de estrategia

Meliá vira su catalejo. La cadena hotelera balear, la mayor de todas las españolas, tiene 60 hoteles firmados para abrir en los próximos años. "Sólo una minoría" están en España. La firma avisa: el país no se puede permitir tener "miles de hoteles iguales".

Meliá Hotels International estudia y planifica. La mayor hotelera española (más de 300 establecimientos y casi 80.000 habitaciones) orilla España y se centra en otros mercados.

La firma tiene 60 hoteles firmados para abrir en los próximos años: 20 de ellos en Latinoamérica, otros 20 en Asia y el resto en Europa y Oriente Medio. ¿Y en la Península? «Apenas hay proyectos firmados», confiesa Alfonso del Poyo, director general de la hotelera balear.

¿A qué responde el renovado amor por el pasaporte de Meliá? «En las ciudades secundarias españolas se ha producido un ajuste muy duro. Ha habido limpieza de hoteles: los grupos internacionales no tienen cabida. Y en Madrid y Barcelona, la capacidad de vender está limitada por la marca. Por no hablar de las rentas», ilustra el directivo.

La estrategia de Meliá es el crecimiento orgánico. El holding hotelero de Gabriel Escarrer ‘pasa’ de los incrementos de portafolio explosivos de otras cadenas. «No franquiciaremos. Ni tampoco entraremos en el segmento low cost. Crecemos ordenadamente«, ha abundado el directivo esta semana en un foro en Barcelona.

Medio portafolio en España

El cambio de estrategia es significativo. Hasta ahora, cerca de la mitad del portafolio de hoteles de Meliá estaba en España. Se acabó. La cotizada ha entendido dónde está el país. «El mercado español está muy maduro. Sólo en Madrid puede haber 250 hoteles en el centro, todos de cuatro estrellas. ¿En qué se diferencian? En nada. Es un drama», explica el directivo.

Así las cosas, Meliá lee al nuevo viajero. «Pasa más tiempo en el hotel. Quiere disfrutar de su estancia. En España, hay posibilidades, si los hoteles mejoran. Vemos posibilidades en el ‘upsize’, en hacer hoteles singulares«, concluye del Poyo.

El viajero de negocios, en extinción

La histórica hotelera, que salió del rojo en junio y abonó dividendo, pasa por una buena época. Acaba de reordenar las comisiones del consejo, colocando a Francisco Javier Campo, un histórico del gran consumo español, al frente de la comisión de remuneraciones. En el sector, también se le reconoce su esfuerzo por limpiar Mallorca del turismo masivo.

En este tablero, Meliá incurre en un ejercicio de humildad. «En los diez últimos años, Meliá ha perdido 13-14 puntos en el segmento corporativo. Creemos que el uso de nuevas tecnologías y la comunicación a distancia han reducido los viajes business«, explica del Poyo. ¿Cuál es la solución? «El Bleisure. Hoteles que combinan el negocio con el ocio. Y, en nuestro caso, el sector vacacional», tercia el director general.

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