Meliá divisa cambios en la Gran Vía

La cadena ubicará el ME cubano en La Habana y se presentará a la licitación del Palacio de Congresos de Mallorca. Además, al contrario de lo publicado en diversos medios no ha obtenido la licencia en Barcelona. "Simplemente nos han notificado que prosigue su tramitación normal y no entra en la moratoria", aseguran.

La milla de oro madrileña recupera la movida. La música y la noche han dado paso a los hoteleros, que peinan la Gran Vía frenéticamente en búsqueda de edificios para albergar el establecimiento más cotizado de la ciudad. No sólo nuevos inversores. Las compañías españolas barajan adaptar sus enseñas al caché de la avenida. Una de ellas, Meliá baraja la opción de renovar el Tryp del número 25.

«Estamos muy contentos con la marca Tryp, pero si la Gran Vía sigue poniéndose caliente, como es el caso, consideramos adaptar el alojamiento», explica el consejero delegado de la cadena, Gabriel Escarrer, a 02B. El posible viraje coincide en el tiempo con «la venta del inmueble por parte del propietario», revela un reconocido consultor. La batalla por la popular avenida no ha hecho nada más que empezar.

«Nuestra apuesta por Madrid es muy importante. Tenemos 22 establecimientos y nuestras siete marcas han desembarcado en la localidad», explica el directivo. «El lujo está creciendo; un ejemplo es el Tryp Ambassador, que lo hemos cerrado para construir un Gran Meliá«, ilustra. La inversión, 19 millones de euros.

La licencia en Barcelona, todavía pendiente

Sí que existen operaciones cerradas en Barcelona. El ME by Meliá de la calle Casp «se reactivará en las próximas semanas». Por ello, estará listo en un plazo de entre 18 y 24 meses. «Esperamos poder abrir a lo largo de 2018, será más tarde de lo que nos gustaría por el retraso que ha comportado la moratoria», lamenta Escarrer. Sin embargo, y al contrario de lo publicado en diversos medios, el Ayuntamiento no ha otorgado la licencia a la compañía. «Simplemente ha notificado que prosigue su tramitación normal y no entra en la moratoria», puntualizan desde la firma.

No es el único frente abierto que tiene la compañía. En las islas, el Palacio de Congresos de Mallorca es el caramelo por el que se pelean todas las cadenas. «Nos presentaremos a la licitación como hemos hecho las otras cuatro veces que se ha abierto», avisa. «Es una opción estratégica para romper la estacionalidad de la zona, un compromiso con la ciudad, por eso nos encantaría hacer un Meliá, nuestra marca de congresos», añade.

Eso sí, no es un cheque en blanco: «No entendemos el hotel sin la gestión del palacio, porque vivirá al 80% del centro de convenciones». «No estaré a dispuesto a asumir ese riesgo», advierte.

El ME, en La Habana

Además, Escarrer añade más detalles del ME en Cuba, el proyecto que sacudió Fitur. «El establecimiento estará en La Habana«, concreta. «En unos meses estará cerrado, aunque podría alargarse; ya sabemos cómo son los cubanos», sonríe con María Umbert, la jefa de prensa.

Por último, se atreve a aconsejar a las firmas españolas que ultiman su desembarco en China, como son Barceló y NH. «Es un mercado muy complicado, hay que tener visión a largo plazo», avisa. «Llevamos nueve años en el país y los primeros cuatro perdimos dinero», reconoce. «No estoy seguro si todas las compañías van a tener esa tenacidad, los que no la tengan fracasaran». 

a.
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