Meliá se pilla las manos con sus propias preferentes

Uno de cada tres inversores rechaza los bonos que la hotelera ofreció para ahorrar en intereses

Meliá lo ha intentado pero no ha podido. Sus participaciones preferentes continúan vivas. Los esfuerzos de la cadena hotelera para retirarlas de circulación han sido en vano. El motivo: la resistencia de los inversores, que prefieren inmovilizar los títulos para su beneficio.

La cadena que dirige Gabriel Escarrer, el consejero delegado, logró los objetivos parcialmente con un canje propuesto en octubre. Con esta opción quería evitar la factura extra en intereses que pesa sobre unos resultados languidecidos. Aunque la multinacional gana dinero, ha tenido que reordenar la deuda y sus beneficios han tomado la senda menguante.

El canje

De 107 millones que Meliá captó en 2002 a cambio de participaciones preferentes no ha podido repescar 24,6 millones, que continúan cotizando en el mercado secundario. Uno de cada cuatro inversores dejó pasar la oferta. Han preferido conservar los títulos y rechazar los bonos simples de Meliá. Les devolvían el 93,5% de la inversión original.

Se trata de una de las emisiones más antiguas del mercado español, sólo Repsol las iguala en veteranía. Superan la década de antigüedad.

Estas preferentes generan una factura de tres millones anuales en dividendos. Es decir, lo que cuesta un hotel nuevo. O el 66% del último ebitda trimestral (4,1 millones). Ello significa que los inversores cobran un cupón del 12,8% anual, según la información recogida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Más intereses

El 30 de abril se completó el primer ciclo de liquidaciones con las nuevas condiciones. Antes se abonaba el 7,8% anual. La actual situación es, precisamente, la que Meliá quería evitar. Estos instrumentos tienen una peculiaridad: son perpetuos, así que las empresas que apostaron antes por ellos tuvieron que comprometerse a pagar un dividendo más elevado a partir del décimo año.

Aunque Escarrer se ahorrará el 70% del dividendo, Meliá deberá abonar esos tres millones anuales a perpetuidad. La empresa no contempla “por ahora” más operaciones de recompra o canje. Sin embargo, no descarta que en el futuro pueda dar carpetazo a las preferentes aún en circulación.

Caída en los mercados

Los inversores tienen la cruz de la moneda en los mercados. Aunque las participaciones de Meliá están entre las agraciadas han perdido 20 euros respecto a su valor nominal. Hoy por hoy cotizan a 80 euros.

a.
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