Patrimonio histórico en riesgo: ocho joyas de Madrid a punto de morir

La Asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio denuncia que estos edificios están a punto de desaparecer

Esta semana se ha celebrado la Semana de la Arquitectura en Madrid, una iniciativa para difundir el patrimonio arquitectónico y acercarlo a los ciudadanos. Si fuiste espabilado y te inscribiste pronto, habrás podido visitar alguno de los edificios que han ofrecido visitas al público – entre otros, la Torre de Madrid o la del BBVA en el Paseo de la Castellana. Si no, el año que viene tendrás de nuevo la oportunidad.

El evento pone en valor el patrimonio existente. Pero no el que ya ha desaparecido o está a punto de desaparecer. Por falta de protección, por descuido de las administraciones o por tensiones especulativas, muchos edificios o conjuntos arquitectónicos se encuentran amenazados

La Asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio recoge en su web los lugares en riesgo de desaparición

La Asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, creada para defender el patrimonio histórico, artístico, cultural y natural de la ciudad, recoge en su web un listado de los lugares en peligro, ordenados según el estado del bien. También incluye patrimonio que ya ha sido derribado.

Hemos recopilado once edificios que aún existen, pero cuyo estado es urgente revisar porque están en riesgo de desaparición.

Casco histórico de Hortaleza

La iglesia parroquial de San Matías, situada en el distrito de Hortaleza y levantada a mediados del s. XIX, es uno de los primeros ejemplos de arquitectura neomudéjar en Madrid.

Sin embargo, pronto podría ser un gimnasio de la marca Go Fit: la congregación religiosa San Vicente de Paúl, dueña de gran parte del casco histórico del distrito y promotora de la idea, consiguió el visto bueno de la Comisión del Patrimonio Histórico del Ayuntamiento en 2015, que eliminó la protección estructural que hasta entonces frenaba el proyecto.

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Imagen de archivo de un parque en el distrito de Hortaleza (Madrid) | EFE

El edificio aparece en el catálogo de bienes y espacios protegidos del PGOUM, pero el proyecto salió adelante sin alegaciones porque nadie se enteró. Cuando por fin saltó la noticia, los vecinos crearon la Plataforma en Defensa del Casco Antiguo.

Pese a ello, parece que el proyecto saldrá adelante si sus promotores no cambian de opinión, puesto que la concejalía de urbanismo lo considera «legalmente impecable», según informa El Salto Diario.

Ferial de la Casa de Campo

De 1950 a 1975 se celebró, cada tres años, la Feria del Campo en la Casa de Campo: un certamen folclórico al que acudían ganaderos y agricultores de toda España para mostrar sus productos y costumbres.

El ferial estaba formado por distintos pabellones, cada uno representando un edificio característico de cada provincia y diseñados por arquitectos de renombre como Alejandro de la Sota o Miguel Fisac. 

Un incendio provocado por okupas destruyó el mítico restaurante Guipúzcoa

Pero con el fin del franquismo se acabó la fiesta y los pabellones quedaron en desuso. El recinto pasó a ser propiedad del Ayuntamiento y, con el tiempo, han ido cerrando varios de los restaurantes que quedaban – entre ellos, los míticos Currito y Guipúzcoa – afectados por la crisis, pérdida de clientes y altos alquileres que exigía el consistorio.

Actualmente hay 13 pabellones abandonados sin ningún tipo de protección. En diciembre de 2017, un incendio provocado por okupas rumano destruyó por completo el antiguo restaurante Guipúzcoa.

Taberna Los Gabrieles

La Taberna Los Gabrieles está en el centro, entre la Carrera de San Jerónimo y la Calle del Prado. El espacio es importante por su historia – era el sitio de reunión de figuras políticas, como Primo de Rivera o Alfonso XII, y del mundo de la cultura y especialmente del flamenco, pues tenía un tablao – y por sus azulejos, que reflejan escenas costumbristas y fueron elaborados por los ceramistas andaluces Enrique Guijo y Alfonso Romero. Su instalación la pagaban empresas de vinos que querían anunciarse en el local.

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Interior del bar Los Gabrieles. EFE

Una historiadora del arte, Natacha Seseña, denominó a este lugar «la Capilla Sixtina de la azulejería madrileña».

La taberna Los Gabrieles lleva cerrada más de 14 años

Los azulejos fueron restaurados con polémica: la empresa encargada los arrancó y pintó en otro lugar. En 2012, un grupo de okupas grabó un vídeo en el que un ceramista criticó el proceso diciendo que «los azulejos han sufrido más en la restauración que en cien años aquí». 

La taberna lleva cerrada desde 2004 y se encuentra a la venta en Idealista por 3,5 millones.

Palacete de Ramón y Cajal

El palacete en el que el premio Nobel Santiago Ramón y Cajal pasó los últimos años de su vida ya no existe: ahora son pisos de lujo. Está en la calle Alfonso XXII, 64, justo detrás de la estación de Atocha y muy cerca del Retiro. El edificio data de 1912 y lo realizó el arquitecto Don Julio Martínez Zapata.

Los intentos que hubo de parar el proyecto – como esta petición en Change.org – y aprovechar el espacio para una casa-museo no prosperaron.

 

 

Esta casa, situada en el barrio de Arturo Soria, está en riesgo de demolición: los propietarios consideran que el proyecto original ha perdido valor y tienen un plan para derribarla y construir un bloque de pisos.

 

Lo último que sabemos es que el Ayuntamiento paralizó su derribo el pasado mes de abril, que está estudiando incluirla en el Catálogo Municipal de Bienes y Espacios Protegidos y que la dirección general de Patrimonio (dependiente de la Comunidad) rechazó protegerla al considerar que «no puede afirmarse que sea obra de Coderch», según informó El Mundo.

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Casa Vallet de Goytisolo.

La casa fue un encargo del académico y se construyó en 1956. «Actualmente se conserva con pequeñas modificaciones que han deslucido en parte la claridad y potencia del edificio original», indica la Fundación Arquitectura. Aun así, los defensores de su conservación argumentan que su calidad arquitectónica y el personaje que la habitó son suficientes para no derribarla.

Elementos originales de la estación de Gran Vía

La estación de Gran Vía está en obras. Y el pasado mes de agosto los obreros hallaron el hueco de su ascensor original, diseñado por el arquitecto Antonio Palacios en 1917.

Ya que la renovación de la estación incluye la construcción de una réplica del templete original (el que ves en la foto), los defensores del patrimonio piden que se respete el hallazgo y se integre en la nueva estación.

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Apenas quedan elementos de la antigua estación de Gran Vía | Wikimedia

La Comunidad de Madrid siempre había negado que esos elementos originales siguieran ahí, pero la Asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio accedió en febrero de este año, antes de que comenzaran las obras, a fotografías que demostraban que sí.

«El ascensor estuvo en funcionamiento hasta 1970. La construcción de la línea 5, con correspondencia en la estación de Gran Vía supuso la conexión con la línea existente y la creación de nuevos accesos para los que se implantaron las -entonces modernas y novedosas- escaleras mecánicas. Estos nuevos accesos conllevaron el cierre y desuso de los originales de 1919 y 1934, quedando condenados tras tabiques que cegaron sus conexiones iniciales con la estación de la línea 1», explica la asociación. 

El asunto está ahora en manos de Patrimonio, que tiene que decidir si es necesario conservar los restos y modificar el proyecto de reforma.

Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi

El Mercado Central de Frutas y Verduras de Legazpi estuvo en funcionamiento hasta que se trasladó a Mercamadrid.

Cuenta la guía de la Arquitectura de Madrid del COAM que, «entre 1927 y 1935, Luis Bellido, jefe de los Servicios Municipales de Arquitectura, programa un plan para nuevos mercados centrales y de distrito que desarrolla con un equipo formado con Javier Ferrero, Leopoldo Ulled y Adolfo Blanco, equipo en el que Ferrero, con el desaparecido Mercado de Olavide (1931-34) y los Centrales de Pescados (1931) y Frutas y Verduras, realiza una auténtica revolución en esta tipología de edificaciones, tanto en el aspecto funcional como en el arquitectónico.

El Mercado tiene un espacio de treinta mil metros cuadrados

El propio Ferrero comenta: ‘La sencillez ha presidido la ordenación y construcción de los nuevos mercados, hasta el punto que ha roto con todos los viejos moldes, dando lugar a una orientación fuertemente original.

Cocheras de Cuatro Caminos

1200px Foto de las Cocheras de Cuatro Caminos desde el Hotel Metropolitan
Imagen de archivo de las Cocheras de Cuatro Caminos | Wikipedia

Las cocheras de Cuatro Caminos del Metro de Madrid son las cocheras más antiguas de todo el país: su construcción se inició en 1918 y fueron el núcleo tecnológico de la compañía metropolitana madrileña. Se usaban como depósito de trenes, talleres y oficinas.

Su arquitecto fue Antonio Palacios y están consideradas una de sus obras más singulares. «Tratándose de un espacio de trabajo vinculado a un transporte público vanguardista, no renuncia a dignificarlas con un cuidado diseño de sus piezas tanto en la expresión material como en la composición de los elementos que la componen», indica la plataforma Salvemos Cuatro Caminos, que divulga sobre ellas y busca apoyos para evitar su desaparición.

Actualmente, un proyecto urbanístico propone derribarlas y construir una torre de 443 viviendas. La asociación Madrid, Ciudad y Patrimonio solicita que el Ayuntamiento las incluya en el Catálogo de Bienes Protegidos y que se paralice el plan. «Vemos con preocupación la falta de sensibilidad de las Administraciones Públicas hacia el poco patrimonio industrial que nos queda en Madrid, del que estas instalaciones ferroviarias son un singular ejemplo a nivel europeo y mundial», expresaron en El País.

Noticia original de Business Insider. Autor: Analia Plaza

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