Primavera Sound rompe con Airbnb por la presión social

Las asociaciones de vecinos de Barcelona logran que el festival musical deshaga el contrato con la polémica web; varios colectivos piden al ayuntamiento que retire las subvenciones al evento por "promover alojamiento sin licencia".

Los vecinos de Barcelona han logrado frenar en seco el acuerdo que los organizadores del festival Primavera-Sound habían alcanzado con Airbnb. El director de marketing del certamen, Alfonso Lanza, ha confirmado a este diario que el pacto se ha roto para atender las peticiones de las asociaciones, especialmente las del barrio marítimo de la Barceloneta.

El enclave sufrió un verano de especial conflictividad debido al comportamiento incívico de centenares de turistas, atraídos con la promesa de alojamiento, alcohol y fiestas de todo tipo a precios baratos. Para los propietarios de la zona, la posibilidad de que Airbnb facilitara alojamiento al mismo tipo de público durante los días del Primavera-Sound suponía, por tanto, llover sobre mojado. Y así lo han transmitido con insistencia a la cúpula del certamen, que montó encuentros con los afectados para limar asperezas.

Garantías insuficientes

A las asociaciones les han parecido insuficientes las garantías del festival musical. Sus organizadores aseguraron, en las reuniones con estas entidades, que Airbnb sólo ofrecería apartamentos con licencia turística. La página web, estandarte del peer-to-peer, pretendía aprovechar el encuentro cultural para lavar su imagen y volver a operar en España. En el país, ha recibido contundentes varapalos en forma de sentencias judiciales y sanciones administrativas.

En el caso concreto de Barcelona, la Generalitat catalana multó el pasado verano al portal con 30.000 euros. Además, instó a sus responsables a regularizar la actividad. Poco después, el ayuntamiento montó inspecciones que acabaron con un tercio de los pisos en Airbnb de la Barceloneta. Cabe recordar que la multinacional americana no obliga a los huéspedes a pagar impuestos; sí lo recomienda. Tampoco recaba la tasa turística u otras como el IVA. Asimismo, los apartamentos listados en la web no pasan inspecciones ni controles de calidad, según sus detractores.

Más pernoctaciones que con el Mobile World Congress

La posición de las autoridades locales, de clara sensibilidad hacia las reivindicaciones de los vecinos, era además permeable a la idea de suspender las ayudas públicas que inyectan en el Primavera-Sound. «Ayuntamiento y Generalitat multan a Airbnb para que pague impuestos y después financian un festival que lo promueve», dice el presidente de Acatur (la patronal de los hostels), Carles Gras. «Es cuestionable que se subvencione a un festival que promueve el alojamiento sin licencia».

Tras la ruptura del acuerdo de promoción para facilitar alojamiento a los visitantes, el mercado se frota, de nuevo, las manos. Al festival acuden unas 190.000 personas. La mayoría son jóvenes turistas internacionales. El total de pernoctaciones en la última edición fue de 129.264, casi 30.000 más que el World Mobile Congress. El impacto para la ciudad se sitúa en 95 millones. «Los alojamientos reciben muchas reservas. El Primavera Sound se nota y mucho», recuerda Gras.

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