Room Mate, el primer quebradero de cabeza para Sandra Ortega

Rosp Corunna financió con más de 21 millones la expansión del grupo hotelero, del que tiene un 30% y que afronta otra ampliación de capital

Sandra Ortega Mera tiene ante sí toda una fortuna que gestionar, la heredada de su madre, Rosalía Mera, la mujer más rica de España fallecida el pasado agosto. Y a buen seguro que uno de los primeros desvelos del grupo que pilota, Rosp Corunna, es la situación patrimonial y los nuevos proyectos de una de sus participadas, Room Mate, la cadena hotelera que dirige Kike Sarasola, de la que controla algo más de un 30% de su capital. Sandra Ortega es la segunda accionista de Room Mate.

Enfrascado en nuevos proyectos, Sarasola encara ahora una ampliación de capital para dar entrada a nuevos socios, suscripción que podría oscilar entre un 10 y un 20% del capital de la cadena, en plena expansión, pero cimentada sobre la financiación de sus socios actuales. La compañía presentaba en sus últimas cuentas un patrimonio neto negativo de 8,7 millones de euros, duplicando el del año precedente, así como también negativos eran sus fondos propios, por importe de 10,3 millones. Todo ello tuvo como consecuencia que, a 31 de diciembre de 2012, el pasivo corriente del balance consolidado de Room Mate fuese superior al activo corriente en 8,2 millones de euros.
      

 
Sarasola encara ahora una ampliación de capital para dar entrada a nuevos socios

 
La compañía, que vio mejorar sus ingresos y siguió con sus aperturas, sobre todo en mercados internacionales, aludía a ese fondo de maniobra negativo como “consecuencia, principalmente, de financiar la expansión de las filiales y, en menor medida, una parte de las inversiones en activos fijos con endeudamiento a corto plazo”. Los gestores de Room Mate destacaban que, sin embargo, para el desarrollo habitual de las operaciones, “los saldos disponibles de las pólizas de crédito y el apoyo de sus socios permitirá al grupo hacer frente a las obligaciones de pago, por lo que no se prevén problemas de liquidez a corto plazo”.

El grupo elevó el año pasado su facturación hasta los 27,9 millones de euros, frente a los 25,1 millones de 2011, pero sus beneficios sufrieron. De hecho, el resultado de explotación fue negativo en 3,6 millones, con una sensible mejora sobre los números rojos de 4,7 millones que había apuntado un año antes. Las pérdidas consolidadas del ejercicio fueron de 4,2 millones.

Financiación de Rosalía Mera

Pero cuando alude Room Mate al apoyo de los socios hace referencia sin mencionarla a la propia Sandra Ortega, ya que además de ser su segundo accionista, es uno de sus financiadores habituales. De hecho, según las cuentas de la compañía, la propia Rosp Corunna Participaciones Empresariales, que es el vehículo que utiliza el grupo gallego para canalizar esta inversión, le salvaron de entrar en causa de disolución. Rosp transformó en 2012 en préstamos participativos hasta 4,6 millones concedidos a Room Mate en forma de créditos y financiación. De acuerdo con lo establecido en el artículo 363 del Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital, la compañía no se encontraba en causa de disolución una vez considerados dichos préstamos participativos concedidos por los socios.

Deudas a largo plazo

Pero a buen seguro que lo más preocupante en la sede coruñesa del grupo de Ortega es que Room Mate tenía al cierre de 2012 unos compromisos financieros con Rosp Corunna que se elevaban a 21,5 millones de euros, que se establecían a largo plazo. Un año antes, en 2011, la financiación del grupo gallego a la cadena se situaba en los 17 millones.

El año pasado, antes de su fallecimiento, Rosalía Mera se hizo con la mayor parte del 10,5% del capital de la cadena de Sarasola en manos del Fondo de Reestructuración Ordenada de la Banca (FROB), tras la intervención de Caja Castilla-La Mancha. El grupo se hizo con un 9,5% en una operación que le permitió pasar a controla el 30,6% de Room Mate. A medio plazo, habrá nuevos movimientos accionariales en la cadena hotelera, que dará entrada a un nuevo socio a través de una ampliación de capital. La inyección de liquidez podría alcanzar los 20 millones. ¿Se ha cansado Sandra Ortega de poner dinero en el proyecto de Sarasola?

a.
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