Rosario de quiebras hoteleras a la vista

Hasta 70 establecimientos urbanos, al borde del concurso por la deuda bancaria

Pintan bastos para el turismo. Concretamente para la hostelería. Los negocios surgidos de la fuga del talento de grandes cadenas, como Tryp o Meliá, o bien de la burbuja inmobiliaria amenazan con la quiebra. Hasta 70 hoteles urbanos están en dificultades. La primera en acabar con los libros en el juzgado ha sido Foxá, en problemas desde 2009.

La caída de ventas y los créditos bancarios que permitieron que se erigieran la mayoría de los establecimientos estarán detrás de una próxima oleada de concursos de acreedores en hoteles de medio tamaño en Madrid y Barcelona. En el caso de la capital, los negocios crecieron al albor de la candidatura olímpica de 2016.

Erosión

El deterioro del mercado ha finiquitado las resistencias. Madrid, como destino, está perdiendo posiciones en los segmentos de estancias cortas, según la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid. La competencia con las grandes empresas, capaces de reducir las tarifas para retener al viajero de negocios, ha bloqueado, por otro lado, el acceso a la única alternativa para los establecimientos independientes de entre cuatro y cinco estrellas.

Los precios se mantendrán estables o bajarán, a pesar del mayor gasto por viajero apuntado por varios estudios. Además de congelar, o incluso reducir tarifas, la mayoría de los hoteles se prepara para ofrecer promociones con descuentos puntuales para atraer a nuevos clientes. El turismo cultural y el orientado a las parejas vivirá su momento dulce en 2013.

Los establecimientos rezagados, sin embargo, no tendrán ahora la posibilidad de reorientarse hacia las nuevas tendencias y la fuga de clientes se prevé mayor. Los préstamos se comen los escasos recursos.

Oxígeno

Los negocios capitalinos encuentran un comportamiento harmónico en Barcelona. En ambos casos, el excesivo apalancamiento financiero de las empresas gira una factura que bloquea los recursos para invertir en esas nuevas tendencias de mercado. Las potentes deudas bancarias, que presionarán la tesorería, estarán detrás de las quiebras que se registrarán este año, según las previsiones de la industria.

“No tenemos ningún interés en hacer quebrar hoteles, pero estamos aguantando a miles de empresas con alfileres y todo tiene un límite”, asegura un alto directivo bancario a El Confidencial Digital. Según la misma publicación, el Ministerio de Industria ha pedido a los grandes grupos que no asfixien a las empresas turísticas. Argumentan que daría una imagen “desastrosa” de España.

Los cuatro grandes bancos españoles tienen refinanciada a la mitad de la planta hotelera de España.

a.
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