Todos envidian a Antonio Catalán

El fundador de NH y AC Hotels prepara ya el relevo generacional

Emprendedor: dícese de la persona que enfrenta, con resolución, acciones difíciles. En el campo de la economía o los negocios, es aquel individuo que está dispuesto a asumir un riesgo, tras identificar una oportunidad de negocio y organizar los recursos necesarios para ponerla en marcha. Una cualidad que trasladada al sector turístico español, tiene en Antonio Catalán a uno de sus máximos exponentes.

Antonio Catalán es sinónimo de hoteles. Conjugación que da como resultado la palabra “éxito”. Y es que el empresario navarro (Corella, 1948), con 29 años, abrió de la nada un alojamiento en su tierra –el Hotel Ciudad de Pamplona–, que luego multiplicó por más de un centenar. Se trataba de la primera piedra de NH Hoteles. Por sus siglas, Navarra Hoteles.

Una cadena que vendería veinte años más tarde (1997), a su socio, el grupo Cofir, por diferencias con los accionistas, embolsándose la suma de 12.000 millones de las antiguas pesetas.

Pero no se limitó a vivir de las rentas, sino que fundó otra hotelera urbana de éxito, AC Hotels, recientemente asociada con Marriott. Y alianza ‘copiada’ por muchos empresarios que siguen sus pasos de cerca. Catalán marca el ritmo dentro y fuera de las fronteras nacionales.

Homenaje a sus hijas

Ser emprendedor y ser empresario no es lo mismo. El primer concepto también se refiere a una persona que siempre busca nuevos retos y trabaja en cumplirlos. Resistente a las frustraciones. No se frena ante el primer obstáculo.

Por eso, tras impulsar la expansión de NH en los años ochenta, convertirla en la mayor cadena de hoteles urbanos de España en aquella época y deshacerse de su participación, Catalán decidió invertir el capital adquirido en otro proyecto –también con acento urbanita– que llevaría las siglas de sus hijas: Alicia, Alejandra y Carlota.

Muchos son los que consideran que lo de AC viene por su propio nombre, que también podría ser el caso. Aunque el directivo lo hizo en honor a tres de sus seis descendientes, fruto de tres matrimonios.

No hay dos sin tres

Así, manos a la obra, en 1998, el hotelero navarro, licenciado en empresariales, emprendió su siguiente etapa profesional, fundando AC Hotels. A lo largo de 12 años se expandió por todo el panorama nacional y adquirió presencia en Italia y Portugal, llegando a tener en cartera 80 hoteles, más de 9.000 habitaciones, 2.400 empleados y 220 millones de facturación en 2011.

Se dice que no hay dos sin tres. Pues bien, el siguiente golpe de efecto que Catalán ha dado a su compañía ha sido a finales de 2010, con un acuerdo para formar una joint venture con la multinacional estadounidense Marriott, que ha dado como resultado la nueva marca AC Hotels by Marriott.

Mejor, acompañado

Un sprint en plena crisis, porque sólo no podía afrontar la dimensión global y el crecimiento en el mercado español ya era “flojo”, según reconocía el propio empresario. Catalán sabía de buena tinta que de otra manera su ambicioso plan hubiera sido imposible.

“España ha tocado fondo, aquí sólo sobrevivirán los más fuertes”, afirmaba el hotelero navarro. Ahora, acompañado por un socio de gran fuerza y prestigio internacional, el directivo puede subir los precios a su antojo.

Por otra parte, el relevo generacional está listo: dos de sus hijos, Ignacio y Carlos, trabajan con él en diferentes puestos de la empresa.

El Camino de Santiago en bici

En su tiempo libre, Antonio Catalán viaja sin cesar, sondeando la situación del mercado y de sus hoteles. Él mismo se encarga de hallar los emplazamientos, buscar aliados y organizarlo todo.

En su día a día, practica deportes como el footing y el ciclismo. Cada año realiza el Camino de Santiago en bicicleta, partiendo desde su tierra natal, por una promesa que realizó por su hija Carlota hace dos décadas. Y lo hace rodeado de personalidades del mundo empresarial, directivos, empleados de la cadena hotelera y de la ONCE. No excluye a nadie en su particular peregrinaje.

Es un enamorado de la pintura moderna y de su pequeña patria, Navarra, a la que sigue muy unido. “Por todo ello, Antonio Catalán es la envidia del sector turístico”, explican los hoteleros que lo conocen.

a.
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