Una princesa saudí huye de un lujoso hotel de París sin pagar la cuenta

Maha Al-Sudaïri deja pendiente una factura de seis millones de euros, después de alojarse en el Shangri-La con su séquito de 60 personas durante cinco meses

Un viaje de lujo y con todos los gastos pagados. Esto debió pensar la princesa saudí Maha Al-Sudairi al abandonar sigilosamente el pasado jueves el hotel de cinco estrellas donde se alojaba, sin antes pasar por caja. La factura que dejó por abonar asciende a seis millones de euros, por adueñarse de una de las plantas del alojamiento parisino Shangri-La durante más de cinco meses.

En concreto, la exesposa del heredero de Arabia Saudí, Nayef bin Abdulaziz, salió del establecimiento de puntillas sobre las 3:30 horas y saltándose el check-out.

Reserva de 41 habitaciones

Al-Sudairi –famosa por sus continuos escándalos en el reino saudí– ha ocupado el séptimo piso del lujoso Shangri-La con su séquito de 60 personas desde el pasado 23 de diciembre, según adelanta el periódico francés Le Parisien.

La princesa privatizó unas 41 habitaciones y suites para alojar a todo su personal doméstico. El importe total acumulado con el hotel era de 16 millones de euros y sólo se había sido abonado «parcialmente», dejando el pico de seis millones pendientes de pago.

Pillada ‘in fraganti’

La princesa huyó del alojamiento parisino de madrugada con toda su comitiva y las numerosas maletas que había ido acumulando durante estos meses. A las puertas: varias limusinas para cargar con todo el equipaje real.

Sin embargo, los responsables del hotel –conoceros de los devaneos económicos de su peculiar cliente– avisaron inmediatamente a las autoridades francesas para informarles de la marcha imprevista de los huéspedes.

La dirección de Shangri-La contactó también con la embajada saudí en Francia, pero debido a la inmunidad diplomática de la princesa, ésta ha salido indemne del delito, explica el diario.

Más estafas

Maha Al-Sudairi se ha olvidado de pagar las facturas en la capital francesa en otra ocasión. En 2009, dejó deudas por un importe de 15 millones de euros tras varias compras en boutiques de lujo. Una lista que incluye joyas, vestidos, lencería de alta gama y también gastos de hotel, que aún no han sido abonados en su totalidad.

Estas facturas corren a cuenta del estado saudí, que debe pagarlos para evitar conflictos diplomáticos y causar una mala imagen en el extranjero, según explican las mismas fuentes.

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