Watergate: reabre el hotel del escándalo

El emblemático edificio de Washington, donde tuvo lugar el escándalo de espionaje político que acabó con la presidencia de Richard Nixon en 1974, recibe hoy a sus primeros huéspedes. Tras llevar nueve años cerrado y recibir una inversión de 125 millones de dólares

Este icono estadounidense situado a orillas del río Potomac, con su increíble fachada curva, fue diseñado en 1961 por el arquitecto italiano Luigi Moretti con la intención de parecer un velero. Inaugurado en marzo de 1967, su innovador estilo reflejaba además la sofisticada forma de vida de aquellos años.

Una fecha inolvidable: 17 de junio de 1972

El imponente edificio, además de hotel, cobijaba entonces apartamentos y oficinas que también frecuentaban congresistas y lobistas. Pero fue en 1972 cuando su nombre saltó realmente a la fama. El 17 de junio, cinco hombres fueron arrestados por robar documentos e intentar espiar las conversaciones del Comité Nacional Demócrata, que se reunía en la suite 600, lo que demostró las actividades ilegales que la administración republicana estaba llevando a cabo y obligó a la dimisión de Richard Nixon.

Hasta 2007, fecha en la que el hotel permaneció abierto, muchos de sus huéspedes no perdieron la oportunidad de hacer y subir fotos a las redes sociales para recordar lo que allí ocurrió. Otros, hasta escribieron ‘posts’ para dejar constancia de su paso por allí o advertir de la decadencia del lugar tras su época de gloria.

Decoración años 60

El hotel salió a subasta en 2009, pero no concitó el mínimo interés a pesar de su fama, y finalmente fue vendido en 2010 por 45 millones de dólares a Euro Capital Properties, una firma de inversión especializada en modernizar propiedades famosas que han caído en el olvido. Sus nuevos propietarios, Jacques y Rakel Cohen, han invertido casi el triple de lo que les costó –125 millones– para que ahora reaparezca como un deslumbrante ‘cinco estrellas’.

Para ello, han recurrido a los diseñadores Ron Arad y Moroso, y al estudio de arquitectura BBGM, que han restaurado muchas de sus estructuras originales y refrescado los elementos de mediados de siglo XX.

Todos ellos se han afanado en mantener un estilo de decoración años 60, en recuerdo de la época de mayor esplendor del edificio, y en trasladar esa impronta a sus lujosas 336 habitaciones, spa, gimnasio, salón de baile, piscina cubierta, terraza-bar en la azotea y salones para eventos.

Rincones ‘gourmet’

El nuevo The Watergate Hotel quiere ser además una referencia gastronómica para la ciudad, por lo que cuenta con tres zonas diferentes supervisadas por el chef Michael Santoro. Kingbird ofrece un espacio contemporáneo con una gran barra, mesas al aire libre frente al río y un elegante comedor para cenas a precio fijo. En el vestíbulo se encuentra a su vez The Next Whisky Bar, revestido por paredes metálicas onduladas en las que parecen flotar cientos de botellas de la apreciada bebida.

Y por último, en la azotea, con vistas de 360 grados sobre el río Potomac, el Capitolio y el monumento a Washington, se encuentra la fabulosa terraza Top of the Gate, iluminada de noche con antorchas, perfecta para degustar cócteles y cocina asiática informal.

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