Barça contra Madrid; Qatar contra Emirates

Dos estados árabes salvan las finanzas de los clubes dominantes de la liga española, aunque el equipo catalán gana el partido de los patrocinios

FC Barcelona y Real Madrid son marcas globales con la capacidad de transmitir a millones de personas valores como la excelencia, la sana competencia, el compañerismo, el esfuerzo… todos ellos anhelados por los estados del Golfo. En la carrera del y yo más, los Emiratos Árabes y Qatar han apostado por el deporte para recomponer una imagen mejorable en el plano político. Esa batalla presidirá las relaciones entre los considerados “eternos rivales” del futbol español.

Tratándose de países con el control del grifo del petróleo, el partido se disputa en el terreno financiero. Es dinero que puede comprar el patrocinio de camisetas, vallas publicitarias, cambiar de nombre los estadios de grandes equipos o, en la vertiente más absolutista, permite la adquisición de clubes por grupos empresariales e inversores del Golfo. Todo ello empieza a ser habitual en Europa.

Gol financiero

Este martes, el Barça, sumergido en la tendencia –que empezó en Dubai en 1980 de la mano de Emirates–, ha presentado a Qatar Airways como patrocinador principal, una suerte de delantero centro con el que ha marcado un gol financiero al club blanco.

La aerolínea utilizará el contrato que la entidad de Sandro Rosell firmó con el gobierno catarí. Hasta ahora, había promocionado la Qatar Foundation con la intención de organizar los mundiales de futbol. Con el objetivo logrado, el campeonato se celebrará en 2022, el cambio de estrategia del emir Tamim al-Thani implica la apuesta por situar al país como atractivo para invertir y captar turismo. El presupuesto destinado a tales fines se mide en trillones de dólares.

Qatar Airways, como una pieza más de al-Thani, guarda con celo las cifras que le corresponden. “No desveláramos los detalles de nuestro presupuesto para no dar pistas a la competencia”, indica el consejero delegado de la compañía, Akbar al-Baker, el hombre al que la Generalitat intentó endosar Spanair.

Trillones de dólares

Pero el montante debe ser tan elevado como para responder con un “no todo es dinero” a la pregunta de cómo espera rentabilizar la inversión, no sólo en el Barça, sino en otras relaciones deportivas. El objetivo de estos convenios va más allá de la mejora de la cuenta de resultados. No son capricho de petrodólares.

Competencia es en realidad el eufemismo para referirse a Emirates: el Madrid de Qatar. Acaba de firmar un contrato de 120 millones de euros por cuatro años para convertirse en el principal patrocinador del club que preside Florentino Pérez. El acuerdo será una de las esponsorizaciones más grandes del fútbol mundial hasta la temporada próxima.

Los 30 millones anuales que la entidad madrileña ingresará quedarán cortos con los 32 y los 33,5 que apuntarán el equipo de Rosell, con Javier Faus como responsable del área económica, en los próximos dos años. Este 2013 girará una factura de 30,5 millones, montante ligeramente superior, y el Barça alcanzará los 96 millones en tres años contra los 90 del Madrid.

Una ayuda para facturas

Después, en 2016, elecciones. La actual junta directiva tiene los deberes hechos en el terreno del marketing hasta final de mandato, como Pérez, que acaba un año más tarde, justo cuando expira el pacto con Emirates.

Mientras tanto, Qatar Airways “ayudará a pagar las facturas”, admite Rosell. Para contextualizar basta con recopilar otros anuncios similares. El equipo alemán Bayern Múnich, que entrena Pep Guardiola, recibe cerca de 30 millones de euros al año de Deutsche Telekom; mientras que el acuerdo del Manchester United con la aseguradora Aon vale 23 millones por temporada.

El gol –medido en periodos iguales— del Barça al Madrid en el terreno de la esponsorización sube al marcador, aunque parezca contradictorio, también con los intangibles apareados al pacto. Qatar Airways ha adquirido un compromiso con la sociedad civil catalana: mejorar la posición del aeropuerto del Prat.

Los intangibles

“Es uno de los motivos por los que decidimos aceptar el cambio propuesto por Qatar. Nadie nos creyó cuando lo anunciamos, pero hoy vemos que es una realidad”, explica Faus. Qatar Airways ha mejorado la conectividad de la instalación con diez frecuencias semanales a Doha, desde donde se alcanzan 129 destinos intercontinentales. La mayoría están en Asia, un territorio clave para el negocio de empresas catalanas.

Respecto al aeropuerto, el compromiso de Qatar Airways sigue madurando. Al Baker ha explicado a este diario que traerá a Barcelona los nuevos modelos de Boeing (el B787) y de Airbus (el A350). “No vendremos con el A380, pero aseguramos los aviones adecuados para mejorar la conectividad de Barcelona”. Hasta que lleguen esos aparatos, el siguiente paso será operar las rutas con aviones más grandes, del A330 se saltará al B777.

Emirates no ha adoptado ninguna medida en particular con el aeropuerto de Barajas, más allá del crecimiento natural de los puentes aéreos que ofrece hasta Dubai.

Ingresos complementarios

Además del ingreso en efectivo, Qatar Airways contribuirá con la venta de entradas para los partidos en el Camp Nou y promocionará al club a nivel mundial. “Esperamos que los 300 millones de aficionados vengan al menos una vez”, dice Rosell. Cada año, se proyectará un anuncio basado en el Barça. Lo protagonizarán cinco futbolistas. El primer spot debuta este miércoles en las señales internacionales de BBC, CNN, Aljazeera, CNBC y otros canales globales.

Al-Baker remarca el compromiso con el club. “Pintaremos seis aviones de azulgrana que recorrerán 160 países varias veces al año, esa publicidad vale centenares de millones. Creemos en las alianzas, y ésta lo es. No es un mero contrato”. Y así cierra el círculo. La colaboración también contribuirá a que el Barça mejore su reconocimiento como marca global. Contribuirá, aseguran desde el club y la aerolínea, a proyectar el turismo y a la ciudad de Barcelona.

a.
Ahora en portada