Turespaña se adelanta al Supremo y nombra a siete embajadores turísticos

Ha sido rápido. Turespaña se beneficia del Real Decreto 217/2015 que relaja los requisitos de acceso a las embajadas turísticas de la administración. Mientras el Tribunal Supremo fija una fecha para analizar la demanda interpuesta contra la legislación por un grupo de funcionarios, el Instituto de Turismo ha nombrado a los siete consejeros vacantes en la convocatoria de empleo lanzada el pasado 28 de abril. Según ha publicado el organismo en el Boletín Oficial del Estado, las delegaciones de Dublín, Sao Paulo, Emiratos Árabes, Buenos Aires, Nueva York, París y Londres ya tienen dueño.

Concretamente, se ha designado a María Teresa Gancedo Nieto como consejera de la oficina de Dublín, quien procede del de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y es del cuerpo de titulados superiores de Organismos Autónomos del Ministerio de Industria. Como nuevo consejero en Sao Paulo ha nombrado a Juan Antonio Ruiz Morales, procedente de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, del cuerpo superior de Sistemas y Tecnologías de la Información de la Administración del Estado.

Francisco Javier Arroyo Navarro será el consejero en Buenos Aires, funcionario del cuerpo superior de Administradores Civiles del Estado, procedente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, en la delegación del Gobierno en Andalucía. En Emiratos Árabes, el nuevo consejero será Miguel Nieto-Sandoval San Segundo, procedente de Turespaña, funcionario del cuerpo superior de Administradores Civiles del Estado. Finalmente, como consejera en Nueva York se ha nombrado a Marta Ruiz-Larrea Cangas, también procedente de Turespaña.

Finalmente, se ha nombrado a Salvador Pernas Riaño como consejero adjunto en París, procedente de la Secretaría de Estado de Turismo, y a Carlos Ruiz González, como consejero adjunto en Londres, quien procede de Turespaña.

Los cambios en la ley

Hasta la primavera de 2015, los requisitos para ejercer de consejero en una de las delegaciones de Turespaña eran muy restrictivos. El Gobierno exigía ser funcionario del grupo A, haber trabajado en otra administración turística, conocer el idioma del destino y tener una experiencia de dos años «directamente relacionada con la actividad turística».

Sin embargo, el polémico decreto 217/2015 recortó las exigencias. Ahora, para dirigir una de las oficinas sólo es necesario pertenecer al subgrupo A1 del funcionariado y conocer la lengua del país designado. Entran en juego criterios subjetivos como «la formación y experiencia acreditada en las materias a tratar».