Cómo viajar con mascotas en vacaciones

Los trayectos en coche con perros o gatos en coche no son complicados, pero requieren una serie de cuidados para que el animal no se estrese y la familia pueda viajar sin problemas.

Los perros y gatos que se adoptan como mascotas son parte de la familia, eso no entra en discusión. Pero al momento de planificar las vacaciones, sobre todo si se viaja en coche, hay que tener en cuenta diversos consejos para evitar que el animal no se estrese.

Antes de partir: mientras se prepara el equipaje, también hay que tener a mano la documentación de la mascota, y verificar que se esté al día con las vacunas y la desparasitación. Como si uno buscara la ropa y el calzado, también hay que tener a mano las correas, bozales y los juguetes que usa el animal.

También cabe verificar que no hagan falta más vacunas en el punto de destino, sobre todo si es en un país diferente. Justamente, si se cruza la frontera española, hay que averiguar con bastante anticipación qué documentación es necesaria. En la Unión Europea existe el Pasaporte para Animales Domésticos, que precisa la historia sanitaria del animal, así como los datos de identificación y la información del propietario.

La seguridad en el coche: Para los viajes en coche, se sugiere que durante los días previos se vaya acostumbrando al animal realizando trayectos cortos, de una media hora de duración. Esto es más recomendado para los gatos que para los perros, que siempre están a gusto con subir a un coche a dar una vuelta.

Si se viaja con perros grandes, y se dispone de un amplio espacio en el maletero, el animal debe ir sujeto, y se puede quitar la bandeja superior y poner una reja protectora para que no salte a los asientos. De esta forma, “el perro viaja más cómodo, le llega la ventilación del aire acondicionado y la reja ofrece la seguridad necesaria”, dicen en Kiwoko, una de las mayores cadenas de tiendas de animales de España.

En el caso de los perros pequeños, pueden viajar en el transportín, ya sea dentro del maletero –pero colocado en forma transversal a la dirección de la marcha- o dentro del habitáculo del coche para evitar que se desplace en curvas o frenadas bruscas. También pueden viajar en el interior del coche, sujetando el arnés al cinturón de seguridad con un adaptador.

En tanto, para los gatos -que siempre son más nerviosos-, es mejor que viajen en el transportín, ya que se quedan más tranquilos cuando se encuentran en espacios delimitados.

Cuidados durante el viaje: se sugiere realizar paradas frecuentes, al menos cada hora y media, para que el animal pueda estirar las patas y hacer sus necesidades. Siempre hay que recordar que deben bajar con el arnés o la correa, no sea que por ahí se espante por los ruidos de la carretera y emprendan una carrera alocada para escapar.

Para evitar los golpes de calor y las deshidrataciones, hay que aprovechar las paradas para darles agua limpia y fresca. Si el viaje no es muy largo, es mejor no darle comida para prevenir mareos. Incluso una vez que se llegó a destino, se sugiere que pruebe un bocado al menos media hora más tarde desde que se asentó en el lugar.

Es importante verificar que la zona de viaje del animal no esté expuesta a los rayos solares, y jamás hay que dejar a la mascota sola dentro del coche, que si le da el sol el vehículo puede alcanzar en su interior hasta 15 o 20 grados más que el exterior.

Y si se deja al animal su juguete favorito durante el viaje, también le ayuda a viajar más tranquilos y distraídos.

 

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