»Un actor busca la verdad»

La actriz barcelonesa Assumpta Serna reflexiona sobre su profesión y su vida en la primera de las charlas de 'Conversaciones en torno a una copa de vino'

Una conversación sincera y, en algunos puntos, al borde de las lágrimas. Assumpta Serna (Barcelona1957) es la primera protagonista de la serie web Conversaciones en torno a una copa de vino, producida por el grupo Economía Digital, editor de Cerodosbé, con el patrocinio de Bodegas Torres

«La gente todavía piensa que ser actor no es algo importante«, asevera María Asunción Rodés Serna, nombre original de esta intérprete que, en cierto modo, abrió el camino a muchos otros actores y actrices que en las últimas décadas han hecho carrera en el extranjero. La fama de Serna llegó en los 80. Tras la rompedora La Orgía trabajó con Carlos Saura en Dulces Horas y, en 1986, acuñó definitivamente su nombre en un cine español efervescente con su interpretación de María Cardenal, en Matador, de Pedro Almodóvar

Después de aquello llegó el salto a Europa y Estados Unidos, donde ha participado en múltiples proyectos tanto en la gran pantalla como en la televisión –incluido su papel en la mítica Falcon Crest. ¿Y qué ha aprendido de todo ello? «No quedarte en verdades absolutas», reflexiona esta mujer convencida del fin último de su profesión: «un actor busca la verdad». Y convencida, también, de la inteligencia del que se sienta en la butaca o frente al televisor. «La gente es muy lista, se cree a un actor o no se lo cree», señala. 

«La gente todavía piensa que ser actor no es algo importante»

De su experiencia en proyectos internacionales, como la reciente producción franco-alemana Borgia –serie en la que interpreta a la amante del papa valenciano Alejando VI–, Serna extrae conclusiones que se han de ligar a la crisis que vive el viejo continente. «Esta Europa no la acabamos de hacer», apunta. También desde el punto de vista cultural, campo en el que los actores y las actrices tienen mucho que decir, como «embajadores de toda una cultura». «Hay una responsabilidad», opina.  

Es precisamente en este nivel, en el de las responsabilidades, cuando Serna enhebra un discurso que no dejará indiferente a muchos. ¿Es machista la industria del cine?, le preguntan. Aun aceptando las inequívocas desigualdades en la profesión, esta mujer dispara con rotundidad: «Hay una exacerbación del punto de vista feminista. Que a veces no respeta y no escucha a los otros». Y se pregunta sobre el rol y el activismo de su mismo género para cambiar las cosas: «¿Estas mujeres que han llegado al poder están cambiando algo en sus empresas?».  

«Hay una exacerbación del punto de vista feminista. Que a veces no respeta a los otros»

Toca esperar al final de la conversación para mostrar a una Assumpta sin coraza. Fue muy a principios de los 80, tras su papel en la orgía del director Francesc Bellmunt y coincidiendo con su traslado a Madrid, cuando María Asunción Rodés decidió cambiar su apellido artístico. 

Esta transformación y alejamiento de su ciudad natal tuvo un evidente impacto familiar. Así se deduce de sus palabras, sus gestos y sus silencios cuando Carlos Lareau, conductor de la entrevista, menciona esta etapa. «¿Qué es lo que quiere un padre?», se pregunta en voz alta la actriz. «Que esa persona no tenga problemas, que tenga un futuro seguro, estable, un equilibrio… ¿Pero eso no es un poco un imposible?», concluye la propia Assumpta Serna.

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