¿Por qué está tan de moda viajar a Oporto?

Gastronomía, cultura y naturaleza, mezcladas con el aumento de la conectividad aérea, seducen cada vez más turistas españoles

Oporto se ha convertido en uno de los destinos portugueses más frecuentados por los españoles, muchos de los cuales acuden a la ciudad del Duero para pasar un fin de semana de compras, pero también para disfrutar de su variada gastronomía. Melchoir Moreira, presidente de Turismo do Porto e Norte de Portugal, celebra que su principal mercado sea de su vecino en la Península Ibérica.

De ahí, considera «imprescindible» su presencia en la Feria Internacional de Turismo (FITUR). Oporto está de moda, según Moreira, que explica que cada fin de semana la segunda mayor ciudad de Portugal, después de Lisboa, recibe a numerosos españoles atraídos por su oferta de compras, gastronómica y cultural.

En cierto modo, las buenas comunicaciones por autovía desde Madrid o la excelente combinación de vuelos de bajo coste con Madrid y Barcelona han favorecido este despegue, traducido en alrededor de siete millones de pernoctaciones durante el pasado año, un incremento de casi un millón de personas con respecto al anterior. Y dentro de ese aumento, generalizado en todo el país atlántico, el dato de visitantes españoles que acudieron a Oporto durante 2016 se incrementó en casi un 15 %.

«La promoción que hacemos por toda España es muy fuerte» explica, que habla de Oporto como un primer destino que, a su vez, ofrece «un gran número de rutas por todo el norte del país portugués». «También queremos ser la punta de lanza para que el turista conozca el resto del norte de Portugal», asegura el presidente.

La región de Tras-os-Montes es uno de los enclaves que permite un elevado número de excursiones de varios días, donde se mezcla el patrimonio histórico artístico con la naturaleza. Además, las regiones del Miño y del Duero posibilitan un gran número de escapadas. Otro de los atractivos que ha convertido a la región en uno de los destinos más vertebradores del norte de Portugal son los cruceros fluviales hasta su desembocadura en Oporto.

De las 721.000 personas que navegaron por el Duero en 2015, se ha pasado a las casi 900.000 que lo hicieron a lo largo del año 2016. Además, esta región lusa ofrece la visita a cuatro enclaves catalogados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad: la propia ciudad de Oporto, la de Guimaraes, los grabados rupestres de Foz Coa y la región del Duero «vinhateiro».

La gastronomía es también uno de los puntales que seduce a los españoles, con platos que van más allá del típico bacalao o el pescado en general. «Cada vez tiene más éxito», afirma Moreira, la denominada «tripa a modo do Porto», un plato equivalente a los callos españoles. El cabrito asado y, como acompañamiento, los afamados vinos del Duero o los «vinhos verdes» de Alvarinho, son otras de las excelencias culinarias con las que Oporto seduce a viajeros de todo el mundo.

La oferta cultural también ha sido un aliciente para los españoles representada, sobre todo, en la Casa Serralves, que desde septiembre pasado exhibe una colección inédita de cuadros de Joan Miró. Los datos lo dicen todo. Si en 2015 los rendimientos económicos del turismo de la región de Oporto se tradujeron en 297 millones de euros, en octubre de 2016 ya eran de 315 millones, a falta por computar aún los meses de noviembre y diciembre.

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