Adelson, el magnate que apuesta al caballo perdedor

El impulsor de Eurovegas dilapida unos 50 millones de euros en las campañas de siete republicanos

El magnate Sheldon Adelson, fundador del imperio Las Vegas Sands y propietario de decenas de complejos turísticos y de casinos en todo el mundo, no suele tener buen tino en sus apuestas políticas. Las últimas elecciones estadounidenses han terminado con la derrota de siete de los ocho candidatos a los que Adelson donó unos 50 millones de euros.

Además del candidato republicano, Mitt Romney, Adelson apostó por otros seis candidatos perdedores a la Cámara de Representantes, entre ellos Josh Mandell, en Ohio, George Allen en Virginia y el rabino Shmuley Boteach. El único que ganó fue Dean Heller, congresista en Las Vegas, que doblegó a la demócrata Shelley Berkley.

Las aportaciones del magnate, que tiene previsto construir el Erovegas en Madrid, lo han convertido en el mayor donante a campañas electorales de la historia en Estados Unidos, según The New York Times.

Primer error

El multimillonario de origen israelí, que años atrás financiaba a candidatos demócratas, prometió durante la campaña que estaría dispuesto a otorgar hasta 100 millones de dólares a los republicanos para evitar la reelección contra Barack Obama, a quien acusa de no dar suficiente apoyo a Israel.

Desde hace muchos años, Adelson sólo aporta recursos a candidatos republicanos. En la precampaña de ese partido, comenzó su apuesta al precandidato perdedor Newt Gingrich que se quedó en medio camino de la carrera republicana, y al que Adelson donó unos 15 millones de dólares.

La campaña más cara

Una vez asumida la derrota de Gingrich, Adelson apoyó con igual entusiasmo a Romney con donaciones directas y a través de los llamados los Super PAC (Comités de Acción Política) y organizaciones sin ánimo de lucro, que ahora no están obligadas a revelar sus fuentes de financiación.

La posibilidad de donaciones secretas ha hecho que la campaña presidencial haya sido la más cara de la historia con un coste de más de 2 mil millones de dólares. Tras conocer la victoria de Obama, un periodista noruego, preguntó a Adelson sobre su fracasada apuesta financiera a la campaña. “Es la forma que tienes de gastar el dinero. Ésta, o ser un marido judío”, respondió.

a.
Ahora en portada