America-Mura: el nido de las tendencias de moda en Osaka

Antes de modernas tiendas, cafés y restaurantes, America-Mura, en Osaka, era un territorio de almacenes repletos de ropa importada de la costa oeste de los Estados Unidos y de Hawái. Una mercancía tan tentadora en los años setenta que hizo que los jóvenes que se concentraban en este lugar, poco a poco, fueran abriendo sus propios negocios y dejando su impronta japonesa en un barrio de estética yanqui.

Amerikamura es el refugio urbano de los jóvenes de Osaka

Amemura, nombre abreviado de America-Mura, ocupa el rectángulo que dibujan dos avenidas, un canal y una autopista elevada. Es un barrio de calles estrechas cruzadas por cables, muchos cables. Es un cableado con aspiraciones artísticas, muy fotogénico.

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Todo pasa por Sankaku

Su núcleo es el triangular parque Sankaku. Es el punto de encuentro de los jóvenes locales, de referencia para los visitantes y en el que los skaters practican sus habilidades sobre una tabla en los escalones y barandillas que lo flanquean. No hay paseo por Amemura que no pase por este parquecito.

En Sankaku, cincuenta años atrás, una diseñadora de interiores llamada Mariko Higiri, pensó lo bueno que sería que hubiera un sitio en el que la gente que se reunía en este parque pudiera tomar un café o lo que fuera bien entrada la noche.

Ese pensamiento se convirtió en Loop. Un café que enseguida se llenó de jóvenes artistas y creativos que a su vez transformaron los almacenes de la zona en tiendas de venta de productos importados de la costa oeste de los Estados Unidos y Hawái. Sudaderas con capucha, gorras, pantalones cortos, vaqueros, deportivas, cazadoras, etc. De esta manera Amerika-Mura se convirtió para los jóvenes de Osaka en la alternativa comercial a la vecina galería de Shinsaibashi.

Anime, sicodelia y doncellas victorianas

El espíritu comercial del sitio no ha desaparecido. Sí se han multiplicado los negocios. En la actualidad Amemura es una especie de centro comercial callejero con casi 3.000 tiendas, la mayoría están enfocadas al público joven.

Las hay a pie de calle, escondidas en los sótanos de los edificios y en las plantas superiores de los mismos. Hay que ser muy curioso para dar con muchas de ellas.

Las hay de ropa de todo tipo, de segunda mano, de vinilos nuevos y usados, de instrumentos musicales, librerías, estudios de tatuajes, a pesar de que en Japón no estén muy bien vistos, y temáticas: si tu sueño es salir vestido como un personaje de anime, una doncella victoriana o una Lolita, este es tu lugar. Incluso hay un establecimiento que, previo paso por una pequeña puerta, nos traslada al mundo de Alicia en el País de las Maravillas.

La sicodelia también está presente en los puestos callejeros y tiendas de comida y bebida. Para comer hay que probar las bolas de takoyaki, un bocado típico de la región de Kansai relleno de pulpo; para beber hay que animarse a tomar un refresco con bolas en el fondo del vaso que se absorben con la misma pajita que se bebe. Si no te va la transgresión gastronómica siempre puedes entrar en un café. Lilo coffee es un valor seguro.

 

 

 

 

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Una publicación compartida de LiLo Coffee Roasters (@lilocoffee) el 14 Mar, 2020 a las 11:19 PDT

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Un espectáculo en cada rincón

En Amemura todo es un espectáculo. Es la ropa y las combinaciones que hacen con las prendas los jóvenes, son sus peinados y los colores con los que decoran su pelo, son esos gorros de lana que dejan al descubierto las orejas y entonces el que lo lleva parece más un artista que un pescador, son las gafas de lentes circulares, es el corte de los vaqueros, ancho, ceñido, de tiro alto, de tiro bajo, el calzado, los Cadillac y Mustang que se ven circular por las calles, la música country que sale de algunas tiendas tejanas.

Son tantos los estímulos que uno recibe en un solo paseo que la cabeza te estalla o te pide consumir.

Al acecho, como esos tiburones presos en el acuario de una tienda de skaters, las grandes firmas de ropa juvenil y los centros comerciales no tardaron en instalarse en este barrio en el que la tendencia es la moda y gastar.

Tower Records, Shinsaibashi OPA, Daimaru y Big Step son los grandes comercios de Amemura. De todos ellos Big Step es el que más llama la atención por su fachada transparente en la que se ven ascensores, escaleras mecánicas y pasarelas. Su gran reclamo es una sala recreativa con máquinas de pinball desde los años sesenta hasta la actualidad. Un viaje a la época pre y pos Gameboy.

Entre Oriente y Occidente

Toda esa mezcla entre lo occidental y oriental la contemplan una pequeña réplica de la estatua de la Libertad situada en lo alto de un edificio y una efigie de King Kong a pie de calle.

Calles que decoran e iluminan una figuras robóticas que hacen la función de farolas. En una ciudad japonesa el componente tecnológico no puede faltar. Tampoco las máquinas expendedoras ni los parkings. Estos últimos diminutos y estrechos, como son los coches en Japón y los accesos a los locales nocturnos del barrio.

Fuelle no le falta a Amemura. Igual que un adolescente se levanta tarde, sobre las once de la mañana y se acuesta cuando no le queda otra.

La oferta de ocio nocturno es variada, desde pequeños bares en los que tomar una cerveza y/o sake, pasando por locales en los que se celebran actuaciones musicales en vivo, hasta clubs de música electrónica. Estos tres son solo una muestra, Joule, Ghost Ultra Lounge y Circus. Amerika-Mura funciona de día y de noche.

Cómo ir

Desde Madrid, Barcelona y Málaga podemos volar a Osaka, vía Helsinki, con Finnair. Además, gracias a su asociación con Iberia, British Airways y Japan Airlines podemos volar con cualquiera de estas aerolíneas.

Para dormir una buena opción es Candeo Hostel Osaka Namba, en el centro de la ciudad y a poca distancia de America Mura. Merece la pena reservar un rato para disfrutar de su maravilloso spa, en la planta 17.